Las personas que viven en barrios de estrato socioeconómico bajo tienen más probabilidades de padecer demencia de temprana aparición, independientemente de sus niveles de educación e ingresos, según un nuevo estudio publicado esta semana en la revista médica Alzheimer's & Dementia.
Investigadores de la Universidad Duke (EE.UU.) analizaron los registros médicos y las direcciones de domicilio de casi 1,7 millones de neozelandeses de entre 31 y 90 años, que nacieron entre 1929 y 1968 y vivieron en el país en algún momento entre 1999 y 2019. Utilizando datos oficiales del ingreso promedio, nivel de empleo y de educación y acceso a transporte, clasificaron sus direcciones en una escala del 1 al 10 y descubrieron que las personas que vivían en las zonas más desfavorecidas tenían un 43 % más de riesgo de sufrir demencia durante los 20 años que fueron analizados.
Asimismo, los científicos revisaron los datos del Estudio Dunedin, que documentó la salud psicológica, fisiológica y social de casi 1.000 neozelandeses desde su nacimiento, y encontraron que los participantes de la investigación que vivían en las zonas más depauperadas tenían una salud cerebral considerablemente peor ya a los 45 años y unos cerebros que parecían visiblemente tres años mayores, además de mala memoria y dificultades para realizar actividades cotidianas, como seguir conversaciones o recordar cómo ir a lugares conocidos.
El neuropsicólogo clínico Aaron Reuben, que estuvo al frente del estudio, sugiere que, si bien aún no está claro cómo los barrios de baja extracción social aumentan el riesgo de padecer demencia, ello podría deberse a una serie de componentes asociados con las zonas más desfavorecidas, como una peor calidad del aire, niveles más bajos de interacción social diaria, niveles más altos de estrés y menos transitabilidad para peatones.