El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, responsabilizó a Estados Unidos y a los "enemigos de la Revolución" por aprovechar las movilizaciones ocurridas el pasado domingo en diferentes lugares del país para promover sus "fines desestabilizadores".
Esa jornada, varios grupos de ciudadanos expresaron sus inconformidades sobre los déficits de electricidad y alimentos que enfrenta la isla. La concentración se realizó de manera pacífica.
En este contexto, el mandatario aseguró en su cuenta de X que la disposición de las autoridades cubanas es "atender los reclamos de nuestro pueblo, escuchar, dialogar, explicar las numerosas gestiones que se realizan para mejorar la situación, siempre en un ambiente de tranquilidad".
Sin embargo, destacó que durante las acciones de protesta han observado cómo "terroristas radicados en EE.UU., que hemos denunciado en reiteradas ocasiones, incentivan acciones contra el orden interior del país", todo esto en medio de un bloqueo "que pretende asfixiamos", resaltó.
En línea con ello, el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, afirmó también que existe una "responsabilidad directa y cruel de EE.UU. en la aguda situación económica" que atraviesa el pueblo cubano.
"El Gobierno de EE.UU., en especial su Embajada en Cuba, deben abstenerse de interferir en los asuntos internos del país y de incitar al desorden social", afirmó el canciller. "Buscan la asfixia con el bloqueo genocida y, sobre las carencias y dificultades cotidianas que nos imponen, articulan su otra guerra desde las plataformas que dominan y usufructúan", explicó.