El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes que "no hay duda" de que hubo un intento de golpe de Estado en Brasilia, el 8 de enero de 2023, y calificó de "cobarde" al exmandatario Jair Bolsonaro, a quien se le acusó de proponer un plan para ejecutarlo.
"Si hace tres meses, cuando hablábamos de golpe, parecía solo una insinuación, hoy estamos seguros de que este país corrió un grave riesgo", comentó en el marco de una reunión ministerial. Y continuó: "Quien tuviera alguna duda ahora puede estar seguro de que por poco volvemos a los tiempos tenebrosos de este país", añadió.
En opinión de Lula, si no hubo golpe no fue solo porque "algunas personas que comandaban las Fuerzas Armadas no quisieron llevarlo a cabo", sino también porque Bolsonaro "es un cobarde".
Lula destacó que, tras perder las elecciones, el ultraderechista "no tuvo coraje de llevar a cabo lo que planeaba". "Estuvo en casa llorando durante casi un mes y prefirió huir a EE.UU. antes que hacer lo que había prometido, y con la expectativa de que fuera del país el golpe pudiera ocurrir, porque financiaron a las personas en las puertas de los cuarteles para intentar alentarlo", sentenció.
Nuevas revelaciones
Bolsonaro –que está inhabilitado políticamente– participó el sábado en un acto público en el que aseguró que no tiene miedo de ser juzgado y se declaró víctima de una "persecución".
Sus declaraciones se dieron un día después de que se revelase que supuestamente presentó al exjefe militar Marco Antonio Freire Gomes y a otros comandantes de las Fuerzas Armadas un borrador de decreto golpista, para evitar su salida del poder.
Según los informes, los hechos tuvieron lugar el 7 de diciembre de 2022, pocas semanas antes de que Lula asumiera su tercer mandato, el 1 de enero de 2023.
Días después de su asunción, miles de bolsonaristas irrumpieron salvajemente en los icónicos edificios del Palacio de Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF).
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