La idea de 'cuanto más grande, mejor' ciertamente se ajusta a los requisitos de las turbinas eólicas. Sin embargo, las enormes palas para los aerogeneradores marinos más potentes de la actualidad no pueden transportarse fácilmente por tierra, lo que limita su uso.
Con esta dificultad en mente, la 'startup' energética estadounidense Radia lanzó hace 7 años un proyecto para construir un avión de carga, el WindRunner, que pudiera trasladar los gigantes implementos.
Los aerogeneradores con las palas más largas y voluminosas no se suelen utilizar en proyectos terrestres, sino marinos, en zonas costeras, justamente por el inconveniente que representa su desplazamiento. Por el momento, el traslado de estos componentes solo es posible con la ayuda de embarcaciones especiales.
Si se instalaran en tierra turbinas eólicas con aspas lo bastante largas, podría producirse un 20 % más de energía que en la actualidad. Adicionalmente, su costo se reduciría en un 35 %, informa The Wall Street Journal.
Además de trasladar las palas de los aerogeneradores existentes, la capacidad del WindRunner, que mide 108 metros de largo por 24 metros de alto, también allanaría el camino para el desarrollo de turbinas terrestres más grandes, capaces de generar aun más energía, indica la compañía.
El equipo de Radia, liderado por Mark Lundstrom, un ingeniero espacial graduado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (EE.UU.), espera que la fabricación comercial del avión comience a finales de 2027. La empresa ya tiene su primer cliente: un productor privado de electricidad que compró un proyecto de un gigavatio en Nevada, EE.UU.
Lundstrom considera que el principal objetivo del WindRunner es acelerar el crecimiento de la industria energética eólica, aunque sus dimensiones le permitirían, por ejemplo, transportar equipo bélico pesado.
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