Tres personas con una rara enfermedad causada por tejidos de cadáveres tienen un factor común
El Hospital General de Albacete, en España, ha diagnosticado tres casos de angiopatía amiloide, una enfermedad que produce hemorragias cerebrales y que está relacionada con el alzhéimer.
En los tres casos se trata de pacientes de alrededor de 50 años. El factor común de todos ellos se sometieron a un cirugía cuando eran niños, en la que recibieron un implante de duramadre –un tejido que protege el cerebro y la médula espinal– procedente de cadáveres.
Estas intervenciones podrían estar detrás del desarrollo de la patología, por lo que se trataría de los primeros casos de transmisión de esta enfermedad en España. Normalmente se desarrolla en pacientes de avanzada edad o con un componente hereditario, que no es el caso de los tres diagnosticados en Albacete.
Además, se da la circunstancia de que los tres fueron operados en las mismas fechas en el hospital de La Fe en Valencia, con un procedimiento que hace décadas que no se practica.
La técnica utilizada entonces consistía en cerrar la herida de la operación cerebral con tejidos de un cadáver. Ahora se sabe, tras estudios como el liderado por John Collinge en Reino Unido en 2015 y publicado en la revista Nature Medicine, que si esos tejidos estaban contaminados podían dar lugar a distintas enfermedades, como la angiopatía.
Se esperan más casos en los próximos años
"Tenemos ya identificados tres pacientes diagnosticados de hemorragias cerebrales a los que hemos dado el diagnóstico de angiopatía amiloidea, que en la infancia fueron operados de problemas cerebrales", contó el jefe de Neurología del hospital de Albacete, Tomás Segura, este lunes a la cadena SER Castilla-La Mancha.
El experto pronostica que en los próximos años pueden surgir muchos más casos en el país. "Tienes una enfermedad prácticamente desconocida en la cuarentena de la vida, y en todos los casos hay el antecedente de que en tu infancia te pusieron una plastia de duramadre liofilizada, ¿qué otra posibilidad hay?", se preguntaba durante la entrevista.
Todavía no se sabe si la duramadre procedía del mismo cadáver o no, y el estudio todavía no ha sido publicado en una revista científica, pero para Segura, las conclusiones son claras y aboga por que la comunidad médica apueste por investigar los antecedentes neuroquirúrgicos lejanos en el tiempo.