La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) rechazó "categóricamente" las acusaciones "infundadas"y "cínicas" contra miembros del bloque que formulara recientemente la jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson.
"Estas declaraciones demuestran, una vez más, la intolerancia del imperialismo estadounidense ante la existencia de países libres y soberanos que buscan el bienestar de sus pueblos, eligen su propio sistema político y no se someten a los intereses neocoloniales de Washington", se lee en un comunicado difundido por el organismo.
En el documento recuerda que la región "ha sido víctima de una larga lista de intervenciones y de la expoliación por parte de las diferentes administraciones estadounidenses", al tiempo se que advierte que Washington quebranta "la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz", al pretender "reimponer la Doctrina Monroe", dictar sanciones y amenazar con el "uso de la fuerza para apropiarse de lo que nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá".
"Los países de la Alianza reiteramos nuestro más firme rechazo a las inaceptables calificaciones y amenazas injerencistas de los EE.UU. y sus pretensiones expansionistas sobre nuestra región pacífica, libre, soberana e independiente", concluye el texto.
De su parte, el secretario general de la ALBA-TCP apuntó que el Comando Sur, hoy liderado por Richardson, "pretende determinar y escoger los socios y la política exterior de países soberanos de Nuestra América y particularmente del ALBA-TCP", en interés de "reservarse el uso" de los recursos naturales de terceros países "y controlar gobiernos".
El pasado martes, Richardson fue consultada por un periodista sobre las relaciones de Rusia con Cuba, Nicaragua y Venezuela, ante lo cual afirmó que tal asociación existía solo para "tener actividad maligna" y aseguró que a EE.UU. le gustaría deshacerse de "eso" o "mitigarlo", porque consideran que "no es bueno para las democracias".