El clima de violencia que padece Rosario, una ciudad argentina ubicada en la provincia de Santa Fe, volvió a encender las alarmas luego de que desconocidos amenazaran al futbolista Ángel Di María, jugador de la Selección que ganó el Mundial de Catar 2022.
"Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni [Maximiliano] Pullaro [gobernador de Santa Fe] te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos", señaló el mensaje que fue arrojado en la madrugada del lunes en el barrio privado en donde vive la familia de Di María, quien es originario de esta ciudad.
En las últimas semanas, el delantero, quien actualmente militar en el Benfica de Portugal, reiteró que tiene la intención de volver a su tierra natal para incorporarse al club Rosario Central.
La amenaza, que ya es investigada por la policía provincial, enrarece las posibilidades de su regreso, además de que se suma a la tensión que padece Rosario, la ciudad más violenta del país, que tiene récord de asesinatos, y que es el pretexto para que el Gobierno de Javier Milei haya propuesto una reforma legal que permita a las Fuerzas Armadas participar en tareas de seguridad interior.
También en las primeras horas de este lunes, el chofer de un autobús de Rosario encontró una amenaza que recrudeció las alarmas, ya que a principios de ese mes ya fueron asesinados un conductor de transporte público y dos taxistas.
En respuesta, el servicio se interrumpió de manera temporal por tiempo indefinido, lo que complicó la movilidad de la ciudadanía. Además, los choferes debaten si realizarán una huelga en reclamo de mayores condiciones de seguridad.
Conmoción
Los crímenes, además, continúan. El viernes pasado, un ciclista encontró un cuerpo calcinado en un camino rural en Rosario, lo que generó una mayor incertidumbre porque no es una metodología criminal que se haya extendido en la ciudad.
El fiscal de Homicidios Dolosos, Gastón Ávila, confirmó que la víctima era un varón joven que podría haber sido asesinado en otro sitio y luego tirado en el descampado.
"Tenía la cabeza envuelta en una cinta, en una prenda o en algo similar. Había un cable que posiblemente haya sido usado para atarlo, pero estaba calcinado. Por el estado en el que se encontraba el cuerpo va a ser complejo identificarlo rápidamente", afirmó.
Por otra parte, las autoridades confirmaron que el domingo por la noche seis detenidos se fugaron por el techo de una subcomisaría ubicada en la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia.
Los presos fugados son Mariano José Escobar Crivelli, Juan Ignacio Flores, Héctor Rolando Cejas, Diego Alejandro García, Carlos Andrés Amarilla y Rubén Darío Bogado, tienen entre 18 y 32 años y estaban detenidos por diversas causas judiciales por los delitos de homicidio, robo, portación de arma de fuego y amenazas.
En el momento del escape había otros nueve detenidos que serán indagados para que declaren como testigos, y que ya fueron trasladados a una prisión. La fiscalía, en tanto, investiga si los fugados recibieron ayuda del exterior, ya que pudieron escapar gracias a que limaron los barrotes del techo.