El Gobierno de Japón revisó este martes las directrices operativas de sus Tres Principios para la Transferencia de Equipos de Defensa con el fin de levantar la prohibición de exportar a terceros países los aviones de combate de nueva generación que planea desarrollar y producir de manera conjunta con Reino Unido e Italia, informan medios locales.
Hasta la fecha, Tokio solo podía exportar equipos de defensa producidos internacionalmente a países socios que hubieran participado en el desarrollo de los mismos, pero ahora podrán hacerlo —de momento solo con los mencionados cazas— a aquellas naciones con las que mantiene acuerdos para la transferencia de equipos y tecnología de defensa.
La política del Ejecutivo nipón establece que, para no poner en peligro la defensa de Japón, las exportaciones a terceros países "deben asegurar una posición en la que puedan contribuir en igualdad de condiciones que Reino Unido e Italia". Asimismo, deja claro que las decisiones del Gabinete se tomarán sobre cada artículo individual a la hora de exportar y asegura que los partidos gobernantes realizarán consultas sobre la cuestión previamente.
Japón, Reino Unido e Italia planean desarrollar de manera conjunta un avión de combate con el objetivo de que sea desplegado para 2035 y se convierta en el sucesor del caza F-2 de la Fuerza Aérea de Autodefensa japonesa.