Las recientes declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el posible envío de tropas occidentales a Ucrania han molestado a EE.UU., informa Bloomberg con referencia a un alto funcionario familiarizado con el asunto.
"Su controvertido comentario sobre las botas sobre el terreno le valió una inmediata y muy pública recriminación del canciller alemán, Olaf Scholz, y enfureció a los funcionarios estadounidenses que en privado afirman que tal medida podría incluso fomentar un enfrentamiento con Moscú", escribe la agencia.
Mientras, varios funcionarios señalaron que las palabras de Macron "no fueron muy inteligentes desde el punto de vista de la seguridad operativa", ya que "varios países ya tienen discretamente algún personal en Ucrania".
Según Bloomberg, el presidente francés "se ha ido convirtiendo en el jefe de facto de la política exterior del continente" europeo, pero "no todos sus aliados están convencidos de que sea el mejor defensor de sus intereses". Sin embargo, un informante destacó que algunos líderes de la UE buscan el liderazgo de Macron, y "muchos celebran su postura más firme respecto a Rusia".
Mientras, la agencia indica citando datos del Instituto de Kiel que, desde el comienzo del conflicto, "Francia ha estado muy por detrás de sus aliados en términos de ayuda global enviada a Ucrania". Detalla que París prometió a Kiev menos de 2.000 millones de euros, frente a los 22.000 millones de Berlín. "Se trata de una gran discrepancia, aunque el Gobierno francés afirma que estas cifras no tienen en cuenta el impacto desproporcionado que sus modernas armas han tenido en el campo de batalla", reza el artículo.
A finales de febrero, Macron sostuvo que no se debía descartar el envío de tropas occidentales a Ucrania, desatando polémicas en la Unión Europea. Desde el Kremlin advirtieron que si Occidente envía sus fuerzas militares a la zona de conflicto, no se podrá evitar un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN.