Dos noches de sueño interrumpido son suficientes para que las personas se sientan más viejas, según un estudio publicado el miércoles en la revista científica Royal Society.
Tras analizar el impacto del sueño insuficiente y la percepción subjetiva de la edad en 186 voluntarios de entre 18 a 46 años, los autores de la investigación concluyeron que "dos noches de restricción de sueño (cuatro horas en cama por noche) hicieron que las personas se sintieran 4,44 años mayores".
Mientras, aquellas personas que tuvieron un buen descanso, estimado en 9 horas en cama por noche, se sintieron casi tres meses más jóvenes.
En paralelo, un sondeo de un mes de duración que involucró a 429 participantes de 18 a 70 años de edad reveló que quienes no reportaron sueño insuficiente ninguno de los 30 días analizados se sentían más jóvenes con una edad subjetiva promedio de casi 6 años menos de la que tenían en realidad.
"Estos hallazgos brindan un respaldo convincente de que el sueño insuficiente y la somnolencia ejercen una influencia sustancial en la edad que sentimos, y que proteger el sueño es probablemente un factor clave para sentirnos jóvenes", afirmaron los científicos.