Arqueólogos del Centro de Estudios Egiptológicos de la Academia de Ciencias de Rusia han hecho un hallazgo único durante recientes excavaciones en el norte de la antigua ciudad egipcia de Menfis. Según comunicó la corporación estatal rusa Rostec, que asiste a los científicos en sus trabajos, se trata de un complejo de baños de los que solo miembros de la familia real de la dinastía ptolemaica (305-30 a. C.) y sus allegados podían disfrutar.
El recinto se ubica junto al palacio del faraón Apries (dinastía XXVI) en el sitio arqueológico de Kom Tuman. Desde la época de Ptolomeo I este palacio sirvió como un lugar de preparación para los gobernantes, según indicó la directora científica del centro académico ruso, Galina Belova.
"Los faraones y un número limitado de personas cercanas a ellos podían utilizarlos", relató Belova. "Debido a esto, el recinto se distinguía por una organización compleja del interior y una decoración lujosa", agregó, refiriéndose a las paredes internas decoradas con estuco, los patrones de pintura al mármol y la decoración de los pisos con ladrillos tallados. "Los baños se utilizaban intensamente, algo que muestra el hecho de que los sometieran al menos a una remodelación y varias reparaciones", agregó.
Los interiores se calentaban mediante una estufa conectada a una estructura redonda con un diámetro de 4 metros llamada 'tholos', que se llenaba de vapor y aire calientes a través de las tuberías empotradas en las paredes. Junto al lado norte del 'tholos' se han conservado restos de pequeños asientos con tabiques, en los que, aparentemente, la realeza se calentaba y descansaba.
Las bañeras del complejo están conectadas entre sí por canales de agua. Así, las llenaban y drenaban a mano, concluyeron los arqueólogos.
En la misma zona, las excavaciones pusieron al descubierto una antigua infraestructura de alcantarilla —concretamente dos tuberías conectadas a una cuenca de drenaje—, así como un pozo que servía como fuente de agua. Los investigadores destacaron que la tecnología moderna de construcción de pozos no es muy diferente de la utilizada en la época ptolemaica.
El pozo descubierto estaba compuesto por varios anillos de arcilla con un diámetro de aproximadamente un metro y una altura de 30 centímetros, apilados uno encima del otro. Los arqueólogos pudieron excavarlo a una profundidad de tres metros, pero creen que originalmente podía medir más de cinco metros de profundidad.
El material con el que se edificó el complejo de 'spa' faraónico merece una atención científica especial, valoraron los especialistas rusos. El lado interno del edificio está hecho de ladrillos sometidos a la cocción, mientras que las partes externas son de adobe. Los baños públicos de la misma época en Grecia o Roma, por regla general, si no eran de piedra, ya se construían enteramente de ladrillo cocido, recuerdan los investigadores.
Galina Belova opinó que los arquitectos de la época ptolemaica se inspiraron en las tradiciones de construcción locales y eligieron el material intencionalmente, a sabiendas de sus ventajas. Entre estas, destaca la baja transmitancia térmica del adobe en paredes de un grosor suficiente (al menos 80 centímetros).
Los baños reales descubiertos en Menfis se suman a una lista de descubrimientos clave realizados por los arqueólogos rusos en Egipto. Gracias a la colaboración de Rostec, los egiptólogos rusos llevan más de diez años excavando la antigua necrópolis del oasis de Fayún, donde encontraron y documentaron más de 400 tumbas en un área de aproximadamente 1.400 metros cuadrados.