La ONU condena los intentos israelíes de apartar a la UNRWA de Gaza

Israel propone desmantelar la mayor agencia humanitaria en la Franja y transferir sus funciones a una estructura diferente, según fuentes de Naciones Unidas.

Los esfuerzos por apartar del reparto de ayuda en Gaza a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) deben cesar, ha reclamado el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths.

"Los intentos de marginar a la UNRWA deben cesar. La UNRWA es la columna vertebral de la operación humanitaria en Gaza. Cualquier intento de distribuir ayuda sin ella está condenado al fracaso", escribió el funcionario en su cuenta de X.

Griffiths acentuó que "ninguna otra agencia tiene el mismo alcance, experiencia o confianza de la comunidad necesaria para hacer este trabajo".

The Guardian informó este domingo, citando fuentes de la ONU, que Israel ha propuesto desmantelar la UNRWA y crear una nueva agencia que reemplace sus funciones. La petición habría sido entregada el fin de semana anterior por el jefe del Estado Mayor General israelí, el teniente general Herzi Halevi, a funcionarios de la ONU en el Estado judío, quienes la trasladaron el sábado al secretario general António Guterres.

La UNRWA, que ha trabajado en Palestina desde la década de 1950 y es la mayor organización humanitaria que funciona en el enclave palestino, no fue involucrada en las conversaciones sobre su futuro, según representantes de la entidad.

Israel, que ha cesado la cooperación con la agencia, asegura que la reforma facilitaría la afluencia de ayuda humanitaria a la Franja al verse limitadas las capacidades actuales de las pertinentes estructuras de la ONU, cuyo secretario general advirtió hace una semana que estallaría la hambruna en el enclave si no aumenta la ayuda. 

El Estado judío sostiene que parte del personal de la agencia, que sumaba 13.000 empleados en el enclave al inicio de la última escalada de violencia, está implicada en la colaboración con Hamás y la Yihad Islámica e incluso acusa a sus integrantes de participar en la incursión del 7 octubre, aunque no ha presentado pruebas al respecto. Al menos 3.000 empleados de la agencia siguen trabajando actualmente en la Franja.