Ecuador vivió tres masacres en dos días durante el feriado de Semana Santa, en pleno estado de excepción, y tres semanas antes de que la celebración del referendo propuesto por el presidente Daniel Noboa, que consultará sobre la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado.
El país continúa inmerso en la ola de violencia que motivó el decreto del estado de excepción a principios de enero, y que se terminará el próximo 8 de abril ante la incertidumbre de la ciudadanía, que contempla cómo los secuestros han llegado a quintuplicarse en algunas ciudades como Guayaquil, según recogen medios nacionales.
En enero, el Gobierno declaró por primera vez la existencia de un conflicto armado interno y lo denominó de "guerra" contra las pandillas y otras bandas criminales, tras calificar a varias de ellas como "terroristas".
"No escatimaremos esfuerzos contra quienes nos quieren robar la paz. Gracias a los operativos de la Policía de Ecuador y con la ayuda de las Fuerzas Armadas recuperamos la paz para las familias ecuatorianas", se escribió el pasado sábado desde la cuenta oficial de la Presidencia de la República en la red social X.
Masacre de turistas por error
La masacre más impactante se produjo el viernes pasado, cuando al menos 20 individuos fuertemente armados ingresaron al hotel donde estaban hospedados seis adultos y cinco niños en la turística playa de Puerto López, en la provincia de Manabí.
Los menores y uno de los adultos fueron liberados, mientras que los otros cinco miembros del grupo fueron secuestrados y posteriormente asesinados, en una acción que las autoridades ecuatorianas atribuyen a "una presunta confusión entre organizaciones criminales", que habrían confundido a las víctimas con integrantes de una banda rival.
Esa misma noche, en la ciudad de Manta, también en Manabí, cuatro personas murieron por otro ataque, entre ellas se encontraba un militar en servicio activo. Al día siguiente otra agresión se saldó con ocho muertos y 10 heridos en el sur de Guayaquil, según informó la Fiscalía General del Estado.
Tres meses de estado de excepción
Ecuador lleva casi tres meses bajo el estado de excepción. No es la primera vez en los últimos años. Desde que estalló la violencia en el país, en 2021, el entonces presidente Guillermo Lasso lo estableció en una quincena de ocasiones.
Desde entonces hubo varios motines en cárceles, que dejaron más de 200 reos muertos. Sin embargo, la violencia salió de los prisiones a las calles con una intensidad que todavía no se ha podido reducir.
¿Qué se votará en el referendo?
Según la Constitución ecuatoriana, el presidente solo puede extender el estado de excepción durante 60 días y prorrogarlo por otros 30. Ese plazo se cumple el próximo 8 de abril.
En este escenario, Noboa ha convocado un referendo para consultar a la población varias medidas contra el crimen organizado, entre ellas, una que permita a los militares apoyar la labor de la Policía, sin necesidad de decretar el estado de excepción.
También se pregunta sobre la extradición de ecuatorianos relacionados con la delincuencia organizada y el aumento de penas por narcotráfico y terrorismo.
El 8 de enero Noboa decretó el régimen excepcional, tras la fuga de prisión de los líderes de dos bandas y el desencadenamiento de una ola de violencia con atentados y explosivos, motines carcelarios, e, incluso, el secuestro de un canal de televisión.
Tan solo entre el 9 de enero y el 10 de marzo de este año, se realizaron casi 165.000 operativos a nivel nacional y cerca de 13.000 detenciones, 280 de ellas por terrorismo, según los últimos datos oficiales.
El cambio de Ecuador de uno de los países más seguros del continente a uno de los más violentos, en muy pocos años, se ha debido en buena medida a la entrada del narcotráfico y el crimen organizado.