A partir del 1 de abril entró en vigor en Alemania una ley que permite a los ciudadanos mayores de 18 años poseer y fumar cannabis.
La nueva normativa legaliza para los adultos la posesión de hasta 25 gramos de marihuana con fines recreativos y permite cultivar hasta tres plantas por cuenta propia. Se prohíbe el consumo a menos de 100 metros de la entrada de un parque infantil o una escuela.
Como siguiente paso en la reforma legal, a partir del 1 de julio será posible obtener hierba legalmente a través de los 'clubes de cannabis' del país. Estas asociaciones reguladas podrán tener hasta 500 miembros cada una.
Los particulares podrán comprar hasta 25 gramos al día, o un máximo de 50 gramos al mes, cifra limitada a 30 gramos para los menores de 21 años. No se permitirá la pertenencia a varios clubes.
En febrero, cuando el proyecto de ley se sometió a votación en el Bundestag, el ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, lo respaldó afirmando que podría ayudar a combatir el mercado negro de drogas. Sin embargo, el ministro también señaló el lado negativo, afirmando que muchos jóvenes no son conscientes de que el consumo de cannabis actúa como un "veneno" para el cerebro en desarrollo.
Según los datos publicados en marzo por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, el cannabis es la droga preferida en Europa, y fue consumida por el 8 % de los ciudadanos europeos de entre 15 y 64 años en 2023.