Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron al convoy humanitario de World Central Kitchen (WCK) con un dron Hermes 450, que disparó tres misiles contra los vehículos de la organización del chef español José Andrés, matando a siete trabajadores humanitarios, por la sospecha de que un miembro armado de Hamás viajaba con el grupo, según contaron fuentes a Haaretz.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este martes que los militares israelíes "golpearon involuntariamente a personas inocentes". Sin embargo, las fuentes del medio israelí consideran que el ataque contra el convoy fue premeditado.
Los vehículos llevaban la insignia de WCK en los laterales y en el techo, pero los militares israelíes del cuartel general operativo de la unidad encargada de proteger la ruta del convoy, acordada con las FDI, sospecharon que había un militante armado en uno de los coches y decidieron atacar sin información precisa.
"Nos estamos esforzando al máximo para golpear con precisión a los terroristas, y utilizando cada hilo de inteligencia, y al final las unidades sobre el terreno deciden lanzar ataques sin ninguna preparación, en casos que no tienen nada que ver con la protección de nuestras fuerzas", indicó una fuente, relacionada con la defensa del país hebreo, calificando el incidente de "frustrante".
Ataque a los trabajadores humanitarios
Un camión que transportaba la ayuda humanitaria de la organización, acompañado de tres vehículos con siete trabajadores con ciudadanía de Australia, el Reino Unido, Polonia y doble ciudadanía de EE.UU. y Canadá, llegó al almacén de Deir al Balah, en el centro de Gaza. Según las fuentes, los vehículos abandonaron el almacén al cabo de unos minutos, dejando el camión en su interior, donde permanecía el sospechoso de ser militante.
Tras ser alcanzado el primer vehículo, los empleados heridos fueron trasladados a otro coche. El convoy siguió viajando e informó del ataque al Ejército israelí, pero poco después el segundo vehículo también fue impactado por un proyectil. Se acercó el tercer coche de WCK, cuyos pasajeros salieron y empezaron a trasladar a los heridos al último vehículo para salvarlos, pero fueron alcanzados por un tercer misil.
"Error"
El ataque, en el que murieron los trabajadores, fue un "error", dijo el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, en un mensaje de video.
"Quiero ser claro: el ataque no se llevó a cabo con la intención de perjudicar a los trabajadores humanitarios de WCK. Fue un error que siguió a una identificación errónea, de noche, durante la guerra, en condiciones muy difíciles. No debería haber ocurrido", sostuvo.