El jugador del Peñarol de Uruguay, Maximiliano Olivera, recibió una pedrada en la cara, que le provocó un posterior desmayo, tras el final del partido contra el Rosario Central de Argentina por la primera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Antes de comenzar el encuentro en el estadio Gigante de Arroyito de Rosario, se vieron momentos violentos debido al enfrentamiento entre las dos hinchadas en las tribunas, donde los aficionados locales tiraron vallas a los visitantes desde de las gradas superiores.
Al concluir el partido, en el que Rosario Central se impuso 1-0, el equipo uruguayo se acercó a saludar a la afición aurinegra. Sin embargo, la hinchada rosarina comenzó a arrojar objetos al campo de juego.
En ese momento una piedra impactó en la cara de Olivera, ocasionándole un corte en el pómulo izquierdo. El jugador, visiblemente enfadado y cubierto de sangre, comenzó a insultar a los agresores y tuvo que ser contenido por sus compañeros.
Una vez en el vestuario, Olivera se desmayó por un instante y debió ser trasladado a un hospital, en donde le trataron las heridas y realizaron los estudios correspondientes.
Horas después de la agresión, el jugador uruguayo se descargó en sus redes sociales. "¡Estoy bien! ¡Gracias por los mensajes! Más allá del dolor y unos puntos de sutura, ¡todo bien! Dolido por el resultado, que creemos merecíamos algo más", escribió. "Pero con mucha bronca por el pésimo trato que recibió nuestra hinchada, nuestra gente. ¡Una vergüenza!”, agregó.
Posibles sanciones
Por su parte, las autoridades del club argentino repudiaron los hechos y anunciaron que tomarán las medidas correspondientes para identificar y castigar a los responsables de las agresiones.
En tanto, el equipo de 'los canallas' se expone a una sanción por parte de la Conmebol. Según el Tribunal de Disciplina de la Confederación, las posibles sanciones por lanzamiento de objetos van desde una advertencia o una multa económica hasta el cierre parcial o total del estadio y la descalificación del torneo.