Las fuerzas del orden de Ecuador aumentaron su presencia alrededor de la Unidad de Flagrancia, en Quito, a donde fue trasladado el exvicepresidente Jorge Glas luego de haber sido detenido en la Embajada de México, asaltada por la Policía ecuatoriana.
Los videos del lugar muestran a agentes de Policía con equipos antimotines alrededor del edificio, donde también se han colocado barreras. También han acudido soldados del Ejército ecuatoriano en vehículos militares blindados. Poco a poco, los periodistas se concentran cerca de la Unidad.
Glas, en "situación crítica"
Por su parte, la legisladora ecuatoriana Mónica Palacios, de Revolución Ciudadana, informó que actualmente la situación de Glas "es crítica". "Nos informan los abogados de Jorge Glass que están en la Unidad de Flagrancia de la avenida Patria en la ciudad de Quito y que hasta este momento no les dan información alguna de dónde se encuentra", reveló Palacios en una publicación en las redes sociales.
"Responsabilizamos al presidente Daniel Noboa y su ministra de Gobierno e Interior, Mónica Palencia, y a la canciller Gabriela Sommerfeld sobre cualquier cosa que le pueda pasar a la integridad física de nuestro compañero", manifestó.
Asalto a la Embajada
La Policía Nacional de Ecuador irrumpió esta noche en la Embajada de México en Quito y detuvo a Glas, a quien el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, otorgó asilo diplomático. Glas, posiblemente el hombre más buscado de Ecuador, enfrenta investigaciones por corrupción, soborno y más.
"El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes", comunicó la Presidencia ecuatoriana, agregando que el exvicepresidente "ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura".
El viernes la Policía se concentró cerca de la misión diplomática mexicana, y por la noche llegaron vehículos blindados y nuevos escuadrones policiales que posteriormente asaltaron la Embajada. Según los reportes, durante el día militares vigilaron el edificio de la Embajada y, durante la noche, policías ecuatorianos rompieron las puertas externas de la sede diplomática mexicana con vehículos blindados y accedieron a los patios.