Las autoridades penitenciarias de Ecuador informaron este lunes que el exvicepresidente Jorge Glas se descompuso en las últimas horas por su "negativa a consumir alimentos" brindados por el personal de la prisión donde se encontraba recluido tras su detención en la Embajada de México en Quito, el pasado viernes.
Glas ha sido trasladado de urgencia desde la cárcel de máxima seguridad de La Roca, ubicada cerca de Guayaquil, a una unidad hospitalaria de la ciudad, en medio de una variedad de versiones, entre ellas una presunta sobredosis de medicamentos.
En ese marco, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), emitió un comunicado aclarando las razones del traslado al Hospital Naval, ubicado al sur de la ciudad.
El texto sostiene que Glas "sufrió una posible descompensación por su negativa a consumir alimentos" provistos por el Servicio de Estado "durante las últimas 24 horas".
La institución informó que el exvicepresidente permanecerá internado unas horas en "observación" en el centro de salud, y que se encuentra "estable". Luego de las acciones de control, el exfuncionario será retornado al Centro de Privación de Libertad.
Preocupación por la salud de Glas
El abogado de Jorge Glas, Andrés Villegas Pico, señaló en un comunicado emitido la tarde de este lunes que el Gobierno de Daniel Noboa "debe responder" por la salud de su cliente, y responsabilizó al actual mandatario por la situación.
Glas, de 54 años y quien fue vicepresidente de Ecuador entre mayo de 2013 y enero de 2018 —durante las presidencias de Rafael Correa y Lenín Moreno–, se encontraba en la embajada desde el pasado 17 de diciembre de 2023, cuando solicitó su ingreso y salvaguarda, expresando "temor por su seguridad y libertad personal", según confirmó el Gobierno de México entonces.
El político de Unión por la Esperanza (Unes) es objeto de investigaciones por corrupción y por soborno, entre otros cargos, fue detenido la noche del viernes por fuerzas policiales ecuatorianas que irrumpieron en la Embajada de México en Quito, después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le otorgara asilo diplomático.
El asalto provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El exvicepresidente cumple una orden de prisión preventiva por el caso 'Reconstrucción de Manabí', en el que se le acusa del presunto delito de peculado. Además, tiene dos sentencias que fueron unificadas por los Casos Odebrecht y Sobornos, por asociación ilícita y cohecho, respectivamente.