Un grupo de científicos australianos ha descubierto que el consumo de un sustituto de la sal podría estar relacionado con un menor riesgo de muerte prematura, principalmente aquella causada por enfermedad cardiovascular.
Para elaborar su estudio, cuyos resultados fueron publicados el lunes en la revista Annals of Internal Medicine, los investigadores efectuaron una revisión sistemática de 16 ensayos aleatorios entre 35.251 participantes con una edad promedio de 64 años y un riesgo de enfermedad cardiovascular superior a la media. Los ensayos se publicaron antes del 23 de agosto del año pasado.
Los ensayos se realizaron principalmente en China, pero también en Reino Unido, Taiwán, Países Bajos y Noruega. En el curso de la investigación, se comparó el uso de sal común —compuesta al 100 % de cloruro de sodio— con el uso de un sustituto compuesto en un 25-30 % de cloruro de potasio y en un 60-75 % de cloruro de sodio.
Según el estudio, la sustitución de la sal se relacionó con una reducción del sodio en la orina y de la presión arterial, con un efecto similar al de los medicamentos utilizados para tratar esta afección. Asimismo, los científicos hallaron que el sustituto de la sal resultaba muy eficaz para mejorar los resultados cardiovasculares cuando se utiliza a largo plazo.
Dado que dos tercios de los resultados procedían de China, los científicos calificaron las pruebas de "certeza muy baja" en las poblaciones occidentales, ya que no hay evidencia suficiente sobre el efecto de los sustitutos de la sal fuera de los países asiáticos.
Asimismo, los resultados no se pueden generalizar, ya que los patrones de consumo de sal en Occidente están impulsados por la comida procesada y para llevar, mientras que la investigación se basa en la preparación de alimentos en casa.