El general jubilado del Ejército estadounidense Antonio Taguba afirmó que Steven Stefanowicz, un empleado civil de la empresa contratista militar CACI, con vínculos con la CIA, instruyó a los guardias de la prisión Abu Ghraib, en Irak, para "ablandar" a los detenidos antes de ser interrogados, recogió Los Ángeles Times. Taguba, que investigó los abusos contra prisioneros cometidos en esa cárcel hace 20 años, testificó este martes en un juicio ante un tribunal federal de Alexandria, Virginia (EE.UU.).
Los abusos cometidos en Abu Ghraib se hicieron públicos en 2004, cuando se publicaron unas fotos en las que los guardias de la cárcel, contratados por empresas privadas, torturaban y humillaban a los presos. Una serie de investigaciones del Pentágono revelaron que las violaciones de los derechos humanos se produjeron a finales del año 2003.
Juicio histórico
La audiencia, que comenzó el lunes después de haber sido retrasada por más de 15 años de disputas procesales, constituye un hito, al ser la primera vez que exprisioneros de Abu Ghraib pueden presentar una demanda civil ante un jurado estadounidense. En este caso, tres expresidiarios demandaron a CACI por su supuesta contribución al maltrato que sufrieron.
En un informe que Taguba concluyó en 2004, recomendó que Stefanowicz fuera despedido y reprendido por "permitir u ordenar" a la policía militar que participara en tácticas ilegales y abusivas. "Él sabía claramente que sus órdenes equivalían a maltrato físico", señaló Taguba en su informe, refiriéndose a Stefanowicz, a quien el personal de Abu Ghraib solía llamar "Big Steve".
Testimonios crudos y emotivos
Uno de los demandantes, Asa'ad Hamza Zuba'e, testificó en forma remota desde Irak, afirmando que se le mantuvo desnudo, que fue amenazado con perros y obligado a masturbarse frente a los guardias de la prisión.
Según AP, el testimonio de Salah Al-Ejaili, experiodista de Al-Jazeera que pasó más de un mes en Abu Ghraib en 2003, fue muy emotivo y se le hizo un nudo en la garganta varias veces al describir el abuso que recibió. Recordó que estaba desnudo en una celda fría y le preguntó a una mujer soldado si podía darle algo que ponerse. Al-Ejaili afirmó que la mujer regresó con ropa interior femenina roja.
También narró que, en otra ocasión, los investigadores le esposaron las manos a una tubería mientras sus pies colgaban. Al-Ejaili le dijo al jurado que sentía "como si le estuvieran sacando los hombros de su lugar". Por otro lado, expresó que para él era importante poder contar su historia ante un jurado, incluso 20 años después. "Es una gran oportunidad para contarle a la gente mi historia", comentó Al-Ejaili. "Quizás sea como una forma de tratamiento o terapia", agregó.