El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista indicó que los países occidentales se encuentran en un estado de "histeria" y "agonía".
"Agitar el tema de la derrota de Rusia y subrayar la importancia existencial de esta derrota para el futuro de Occidente refleja agonía e histeria más que un ánimo belicoso", indicó Lavrov.
El ministro afirmó que la declaración del ex primer ministro británico Boris Johnson de que una victoria rusa significaría el fin de la hegemonía occidental podría considerarse "una declaración de culpabilidad ante un tribunal internacional por violar el principio fundamental de la Carta de la ONU sobre la igualdad soberana de los Estados". "Creo que la Corte Internacional debería prestar atención a esto", subrayó el canciller.
"Se está formando un nuevo orden mundial multipolar" en el que los países se basarán en el principio de igualdad, y los líderes occidentales se dan cuenta de ello. "Además de este temor por la pérdida de hegemonía, también están dejando claro con toda franqueza, quizá sin darse cuenta siquiera de ello, que Estados Unidos es quien manda y que todos están por debajo de EE.UU.", añadió.
Asimismo, el canciller sostuvo que Occidente no quiere garantías de seguridad en Europa que incluyan a Rusia. "Se nos dijo que las garantías de seguridad jurídicamente vinculantes solo pueden obtenerse en la OTAN", declaró Lavrov, subrayando que los países occidentales percibían como "declaraciones políticas" los documentos firmados en la OSCE sobre la seguridad común europea, al igual que las garantías para no ampliar la OTAN hacia el este. El ministro señaló que la paciencia de Rusia "no tuvo precedentes" y que Vladímir Putin "se obligó durante mucho tiempo a preservar los restos de confianza, con la esperanza de que brotara algo de la semilla que quedaba si Occidente entraba en razón y se comportaba decentemente".