Un congresista estadounidense ha explicado por qué EE.UU. sigue ayudando a Ucrania en detrimento de su propia seguridad nacional, haciendo caso omiso de la grave crisis migratoria que se está desencadenando en su propia frontera.
"Algunos dicen: bueno, primero tenemos que ocuparnos de nuestra frontera. La frontera ucraniano-rusa es nuestra frontera", proclamó el sábado el diputado demócrata de la Cámara de Representantes Gerry Connolly.
Con estas palabras instó a sus colegas a votar a favor de asignar un nuevo paquete de ayuda al régimen de Kiev. Además, manifestó que los "hermanos y hermanas" ucranianos son "un pueblo amante de la libertad que busca nuestro modo de vida democrático".
Prioridad a las fronteras ajenas
La Cámara aprobó finalmente el proyecto de ley para ayuda Ucrania, valorado en 60.800 millones de dólares, con 311 votos a favor y 112 en contra. Los demócratas, que votaron unánimemente a favor, vitorearon y ondearon banderas ucranianas durante la votación, lo que irritó a los republicanos.
"Las banderas ucranianas ondean en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos mientras votan a favor de enviar más del dinero ganado con esfuerzo a un régimen extranjero corrupto. Y gritan '¡Ucrania!' mientras trabajan alegremente para asegurar las fronteras de Ucrania, no las nuestras", escribió al respecto el senador republicano Rand Paul.
Mientras tanto, sigue agravándose la grave crisis migratoria que asola Estados Unidos, provocando desavenencias en el Gobierno. Los republicanos le echan la culpa a la Administración Biden, exigiéndole que cierre la frontera sur con México, que cada mes siguen intentando cruzar ilegalmente cientos de miles de personas. Para llamar la atención sobre los problemas internos, han bloqueado repetidamente en el Congreso iniciativas para destinar ayuda a Ucrania e Israel.