El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, viajará la próxima semana a China con una advertencia sobre las posibles consecuencias de exportar material militar a Rusia.
El alto cargo estadounidense viajará el 24 de abril por tres días a Pekín y Shanghái, en donde tiene previsto reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, para abordar cuestiones sobre la situación en Taiwán, Oriente Medio y las "preocupaciones profundas" que tiene Washington sobre el vínculo entre China y Rusia.
En ese sentido, un funcionario anónimo del Departamento de Estado advirtió este sábado que EE.UU. tomará "más medidas según sea necesario" para disuadir al gigante asiático de supuestamente ayudar a la industria de defensa de Moscú. "Estamos comprometidos a tomar las medidas necesarias para defender nuestros intereses nacionales, y estamos preparados para tomar medidas cuando lo creamos necesario contra empresas que […] socavan gravemente la seguridad tanto en Ucrania como en Europa", declaró en una rueda de prensa.
"Y creo que hemos demostrado nuestra voluntad de hacerlo con respecto a empresas de varios países, no solo de China. Y en cualquier caso […] creo que éste será un tema clave de discusión mientras estemos en Pekín", enfatizó.
Preocupaciones de EE.UU.
El funcionario dijo que el apoyo de China significa que Moscú ha "reconstituido en gran medida su base industrial de defensa, lo que tiene un impacto no solo en el campo de batalla en Ucrania sino que representa una amenaza mayor, creemos, para la seguridad europea en general".
Fuentes familiarizadas con la situación, citadas por Financial Times, afirmaron que Blinken podría considerar sancionar a instituciones financieras chinas y otras entidades. Una persona consultada dijo que se trataría de la advertencia más clara que EE.UU. haya entregado en persona a funcionarios de Pekín hasta el momento.
Advertencia de China
Entre tanto, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, advirtió la semana pasada que las relaciones con Moscú son asunto de Pekín. "China y Rusia tienen derecho a llevar a cabo una cooperación normal. Dicha cooperación no debe verse sometida a injerencias o restricciones externas. China no aceptará las acusaciones y presiones", destacó.
Así se pronunció ante unas declaraciones previas del vicesecretario de Estado de EE.UU., Kurt Campbell, que acusó al gigante asiático de ayudar a Rusia a "reequiparse" durante el conflicto ucraniano, y advirtió que cualquier nuevo avance ruso en Ucrania "tendrá un impacto" en las relaciones entre EE.UU. y China.