Las batallas con drones en Ucrania están cambiando las formas tradicionales de combate, amenazando uno de los símbolos más arraigados del poder militar estadounidense, el tanque, según un nuevo artículo de The New York Times.
De acuerdo con el artículo, a pesar de su potencia los tanques no son impenetrables, y son más vulnerables allí donde su blindaje es más delgado: en la parte superior, en el bloque trasero del motor y en el espacio entre el casco y la torreta.
Inversión de bajo coste
En los últimos dos meses los militares rusos han destruido cinco de los 31 tanques Abrams que fueron entregados a Kiev el otoño pasado, y los drones han desempeñado un papel importante en este esfuerzo.
"El hecho de que esté siendo derribado más fácilmente por drones explosivos de lo que algunos funcionarios y expertos habían supuesto inicialmente muestra otra forma en que el conflicto en Ucrania está remodelando la naturaleza misma de la guerra moderna", afirma Can Kasapoglu, analista de defensa del Instituto Hudson de Washington.
Como se señala en el análisis, la precisión de los modernos drones utilizados en el conflicto de Ucrania es superior al 90 %. Dependiendo de su tamaño y sofisticación tecnológica, los drones pueden costar tan solo 500 dólares, mientras que un tanque Abrams cuesta alrededor de 10 millones de dólares. A pesar de ello, los expertos señalan que los drones pueden transportar munición que aumente la fuerza de una explosión, ya sean granadas u ojivas.
¿Están obsoletos los tanques?
Sin embargo, los expertos señalan que ya desde el momento en que los tanques aparecieron en los campos de batalla los ingenieros han estado buscando formas de destruirlos.
Según el coronel Reisner, antiguo oficial de blindados que supervisa la formación de las fuerzas austriacas en la Academia Militar Teresiana, los drones no han hecho que los tanques queden obsoletos.
"Si quieres apoderarte del terreno, necesitas un tanque", concluye el experto.