Este domingo, unos 250.000 colombianos han salido a las calles de Bogotá, Medellín, Bucaramanga y otras ciudades del país para manifestar su oposición al gobierno del presidente Gustavo Petro, que ya se ha pronunciado al respecto, señalando que una de las características centrales de su administración es "respetar la libertad de expresión y los derechos de la gente".
Afirmando que el principal objetivo de las marchas es "gritar 'fuera Petro' y derrocar el gobierno del cambio", Petro acusó a algunos sectores movilizados del deseo de un "pacto que deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usados como ganancias de particulares".
"Rechazo a las reformas por los que se creen dueños del dinero público, este rechazo para ganar clases medias se viste a través de las redes y los medios de mecanismos de seducción centrados en el odio y la mentira. [...] Un odio que yo no quiero que regrese al poder porque mataría mucha gente, quizás peor que como lo hizo en el pasado. Lo que añoran es la represión abierta, las masacres paramilitares y los asesinatos de jóvenes", declaró, subrayando que "ese pasado de mafiosos en el poder no debe volver".
Señalando que esta jornada se expresaron en libertad unos, llamó a las fuerzas populares a responder el 1 de mayo. "No se trata de dividir al país, ya viene dividido. Se trata de que suene también la voz popular. Ante estas voces diferentes, el Gobierno buscará caminos de entendimiento", afirmó.
También subrayó que la "suerte del Gobierno dependerá exclusivamente del apoyo del pueblo". "Siempre hemos estado abiertos al dialogo y siempre hemos respetado nuestros principios, por los cuales fuimos elegidos", concluyó.