Organizaciones políticas, sociales y educativas de Argentina se movilizaron este martes en Argentina en una gran marcha universitaria nacional, en reclamo de una mejora del presupuesto y en rechazo a los recortes aplicados por el Gobierno de Javier Milei.
Docentes, alumnos y directivos de universidades públicas se concentraron masivamente y realizaron actos en varias ciudades del país, bajo el lema 'En defensa de la educación pública'.
Concretamente, reclaman que los recursos quedaron escasos ante la escalada inflacionaria. Con una inflación anual del 287 %, el Gobierno asignó para 2024 el mismo presupuesto del año pasado, lo que equivale a un recorte en términos reales del 70 %.
La marcha más multitudinaria se desarrolló en Buenos Aires y partió del Congreso hacia Plaza de Mayo, epicentro de las protestas, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno nacional. Los universitarios contaron con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical argentina que ya anunció una segunda huelga contra la administración de Milei para el próximo 9 de mayo.
También participaron de la movilización varios dirigentes políticos de izquierda, del peronismo e incluso de sectores aliados al Gobierno, pertenecientes al radicalismo y al Pro (Macrismo).
El exministro de Economía y excandidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, fue uno de los dirigentes peronistas que se sumaron a la marcha. "Hoy no voy a hablar. Vine a acompañar a mis hijos y a sus compañeros", declaró ante la prensa.
Actualización de última hora
En la noche del lunes, poco antes de la manifestación, el Gobierno nacional anunció la asignación del "100 % de los gastos" de funcionamiento de las universidades.
Sin embargo, de acuerdo a un estudio de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los recursos recibidos, incluso con el reciente aumento, cayeron en términos reales entre 30 % y 35 % en el primer trimestre de este año en la comparación interanual, publicó el diario La Nación.
Ante la insuficiencia de los recursos asignados por el Gobierno, la concentración no solo se mantuvo sino que además fue multitudinaria en Buenos Aires, con una Plaza de Mayo colmada de gente. Fuentes del Gobierno de la capital argentina indicaron a La Nación que hubo alrededor de 150.000 personas. Similar nivel de convocatoria hubo en otras ciudades del interior del país, como Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta o Mar del Plata.
Al finalizar el acto central, autoridades y docentes leyeron un documento en el que alertaron que la universidad pública argentina "atraviesa un período crítico como consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno nacional".
El comunicado, firmado por la Federación Universitaria Argentina (FUA), el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Frente Sindical de Universidades Nacional, exigió actualización del presupuesto y prometió seguir reclamando por los recursos: "Lucharemos en una irrenunciable resistencia pacífica y democrática", indicaron.
Una marcha "política"
Este lunes, el vocero de Presidencia, Manuel Adorni, rechazó la marcha y afirmó que está "incentivada por la política", ya que las universidades "hace décadas que funcionan con serios problemas".
"Nos preguntamos por qué algunas autoridades levantan la voz ahora y no el año pasado, cuando la inflación fue del 200 %. Nosotros apoyamos la educación pública y gratuita de calidad, pero no vamos a hacer asignaciones arbitrarias de recursos; no vamos a dejar pasar la hipocresía de quienes quieren sostener sus privilegios", dijo Adorni en su conferencia de prensa del lunes.
El portavoz de Milei reconoció que las universidades "funcionan con severos problemas": "Están con malas situaciones edilicias, los profesores no cobran y los índices indican que 6 de cada 10 alumnos abandonan el primer año", manifestó. Aunque aclaró que el Gobierno no va a "permitir que sean usadas por los políticos de turno para beneficio propio".
Además, el funcionario negó que las casas de estudio de la educación superior estén al borde del colapso, como denuncian sus autoridades, debido al drástico recorte presupuestario y las fuertes subas en los servicios públicos, medidas aplicadas por el presidente Milei en el marco de su plan de ajuste.
En su conferencia, Adorni aseguró que no habrá más "presupuestos deficitarios", y remarcó que la semana pasada, en una reunión con las autoridades universitarias, "hubo acuerdo en virtud con los números". El vocero dijo que se les ofreció a los directivos universitarios una actualización del 70 % en gastos de funcionamiento y una partida extraordinaria para los hospitales universitarios. Sin embargo, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) negaron haber llegado a un entendimiento.
"No se trata de un acuerdo sino de un anuncio del Gobierno", declaró la CIN el jueves en un comunicado en el que ratificó la manifestación del 23 de abril.
"Sostenemos el planteo de incrementos necesarios para gastos de funcionamiento y becas estudiantiles, actualización de salarios docentes y no docentes, y reactivación de las políticas de ciencia, investigación y extensión y el financiamiento de obras", indica el texto.
Protocolo 'antipiquetes'
Otro de los puntos controvertidos de la manifestación de este martes tiene que ver con el operativo de seguridad que implementó el Gobierno para controlar las calles.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, adelantó que en la marcha nacional universitaria se aplicaría el protocolo 'antipiquetes', cuyo objetivo central es evitar el bloqueo del tránsito vehicular mediante el uso de la fuerza pública.
"Creemos que puede haber una provocación", dijo Bullrich en una entrevista con La Nación Más. A la funcionaria le llamó la atención que "se junten" la CGT y organizaciones de izquierda. Y creyó que estos sectores pretenden generar una "situación para movilizarse de acá a la eternidad".
"Vamos a tener cuidado", añadió la ministra. Sin embargo, la jornada de protesta se desarolló sin inconvenientes ni violencia.
Por otra parte, Bullrich defendió el recorte del presupuesto impulsado por el Gobierno y afirmó que "las universidades se tienen que sacudir" y replantear su estructura, ya que existen en ese ámbito intereses de una "burocracia extrema".
El presupuesto más bajo
Un informe elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) detalla que el presupuesto otorgado originalmente a las universidades públicas para este año es el más bajo desde que se llevan los registros en 1997, situación que se agrava con la inflación interanual ubicada por encima del 270 %.
Con el Gobierno funcionando con el mismo presupuesto que en 2023, ya que el del actual ejercicio no fue aprobado por el Congreso, el dinero asignado a las universidades fue 72 % más bajo, en términos reales, que el del año pasado. "La caída interanual en la ejecución presupuestaria universitaria fue del 34,4 %, esta cifra es incluso más pronunciada que el promedio del gasto público nacional que disminuyó el 30 %", explicó la ACIJ.
Por su parte, un estudio de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, citado por medios locales, reveló que la institución solamente tiene recursos hasta el 31 de mayo próximo. En este contexto, distintas facultades, como las de Odontología y Derecho, se declararon en situación de emergencia presupuestaria, por lo que realizaron clases públicas en las escalinatas de entrada de sus edificios.
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