Los monasterios cristianos ortodoxos en Estonia podrían verse obligados a cerrar si no rompen sus vínculos con la Iglesia ortodoxa rusa, afirmó el martes el ministro del Interior estonio, Lauri Laanemets, en una entrevista con ERR.
"Si [las parroquias] no toman esas decisiones por sí mismas, en algún momento tendremos que solicitar la disolución forzosa a través de los tribunales", manifestó el ministro. "Entonces la cuestión será más complicada, pero también se pueden encontrar posibles soluciones", agregó.
El martes, Laanemets viajó al monasterio femenino Puhtitsa, ubicado en la localidad de Kuremae, para convencer a los líderes religiosos que desvincularan el convento de Moscú.
Según el alto cargo, la cuestión actual es sobre "si es posible y de qué manera el monasterio dé estos pasos para poner fin a su subordinación sustancial al patriarca de Moscú".
"Requiere aclaraciones"
"El Gobierno intentará dar a las iglesias la máxima libertad para realizar los cambios necesarios", aseguró el alto funcionario. "Una vía voluntaria sería la mejor opción, aunque primero requiere aclaraciones y negociaciones", añadió.
Igualmente, los funcionarios del Ministerio del Interior están planeando reuniones con las congregaciones de la Iglesia ortodoxa estonia para convencerlas de que abandonen el Patriarcado de Moscú.
En el mismo contexto, a mediados de abril, Laanemets presentó al Parlamento estonio una propuesta para catalogar a la Iglesia ortodoxa rusa como organización terrorista, con vistas a prohibir su actividad en el país miembro de la Unión Europea.