El presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, puso este miércoles una pausa a su agenda oficial y anunció que evaluará la continuidad de su administración, luego de las denuncias en contra de su esposa, Begoña Gómez.
"Todo ello me lleva a decirle que seguiré trabajando pero que cancelaré mi agenda pública, para poder reflexionar y decidir qué camino tomar", escribió Sánchez en una carta pública que compartió en su cuenta de X (antes Twitter).
El anuncio de Sánchez ocurre horas después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias previas contra Gómez para investigar sus relaciones con empresas que recibieron fondos y suscribieron contratos públicos con la administración dirigida por su marido, según adelantó este lunes El Confidencial.
La denuncia fue presentada por la organización ultraderechista Manos Limpias, que en sus estatutos se define como sindicato, aunque no se le conoce acción sindical alguna.
"Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también", sostuvo.
Seguir o renunciar
Sánchez justificó su decisión de notificar a los españoles a través de una carta, en vista de "la gravedad de los ataques" que han recibido tanto él como su esposa, y la necesidad de "una respuesta sosegada".
Del mismo modo, recalcó que la denuncia de Manos Limpias –organización a la que tildó de "organización ultraderechista"– está basada en "supuestas informaciones" difundidas por medios de ese mismo espectro ideológico que, según él, han sido desmentidas.
"Hemos ido desmintiendo las falsedades vertidas, al tiempo que Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos medios digitales rectifiquen lo que, sostenemos, son informaciones espurias", dice la misiva.
Para el presidente español, tanto la denuncia como la reacción de los principales líderes de la oposición –Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular, y Santiago Abascal, del ultraderechista Vox– forman parte de una "operación de acoso y derribo" por todas las vías, incluida la de índole personal.
"Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor", insistió Sánchez.
La respuesta a la incógnita planteada se dará el próximo 29 de abril, en una comparecencia ante los medios de comunicación.