El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está discutiendo con otros líderes de la Unión Europea las posibles candidaturas a la presidencia de la Comisión Europea (CE) para que reemplace en el cargo a Ursula von der Leyen, informa Bloomberg con referencia a sus fuentes anónimas entre altos funcionarios europeos.
A medida que se aproximan las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán entre el 6 y 9 de junio, y ante la decisión de Von der Leyen de postularse como candidata para seguir al frente del organismo otros cinco años más, Macron ha hablado con varios primeros ministros, incluyendo la jefa del Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, sobre la posibilidad de optar por un líder tecnocrático como el expresidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano Mario Draghi, señala la agencia.
Razones del cambio
Las conversaciones se dan en medio de la "profunda insatisfacción" entre algunos líderes europeos por cómo Von der Leyen ha dirigido la CE durante su mandato, mientras que Macron, quien fue una de las figuras clave en su ascenso al cargo, ya criticó abiertamente su enfoque "politizado".
"El papel de la presidencia de la Comisión [Europea] es defender el interés general, por lo que no debe politizarse demasiado, lo que, hay que admitir, no ha sido el caso en absoluto con esta Comisión", declaró el mandatario galo en marzo refiriéndose a Von der Leyen.
Bloomberg pidió comentarios al respecto a un portavoz de la Oficina de Macron, pero este declinó hacerlos, mientras que un funcionario en Roma negó que Meloni haya discutido la candidatura de Draghi con el presidente francés.
Von der Leyen fue elegida el 7 de marzo candidata oficial del Partido Popular Europeo (PPE) para su segundo mandato al frente de la CE, pero su candidatura está salpicada por acusaciones sobre la falta de transparencia en la firma de contratos por miles de millones de dólares con la farmacéutica estadounidense Pfizer para la compra de volúmenes excesivos de vacunas contra el covid-19. Este caso, el llamado 'Pfizergate', ha vuelto a poner sobre la mesa las dudas sobre cómo ella gestionaría los asuntos de la UE en un segundo mandato.