La multinacional de alimentos y bebidas suiza Nestlé anunció que, por precaución, ha destruido al menos dos millones de botellas de agua de la marca francesa Perrier tras detectar una "desviación microbiológica", informaron este miércoles medios locales.
La empresa señala que detectó un deterioro de la calidad del agua en uno de los pozos de su fábrica de Perrier tras unas lluvias muy intensas durante la tormenta Monica, que tuvo lugar en marzo en el del departamento francés de Gard.
El gobernador de Gard dijo que se había registrado una contaminación fecal que podría suponer un riesgo para los consumidores. No obstante, Nestlé ha afirmado que no existe riesgo alguno con el agua embotellada que se encuentra actualmente en las tiendas, asegurando que se trata de una contaminación puntual.
A principios de año, una investigación reveló que los manantiales de agua mineral de Nestlé se contaminan de forma regular con pesticidas y bacterias fecales como Escherichia coli o enterococos intestinales, que pueden provocar gastroenteritis graves, sobre todo en las personas más vulnerables, como niños y ancianos.