La mayor parte de la ayuda militar de Washington a Israel, Ucrania y Taiwán se gastará en Estados Unidos y especialmente en la industria de defensa de ese país, informó el jueves The Washington Post.
Según el periódico, Washington gastará aproximadamente dos tercios del dinero del paquete de ayuda de más de 95.000 millones de dólares en encargos a empresas estadounidenses. Así, por ejemplo, comprará alimentos en EE.UU., que por ley deben ser enviados por medio de transportistas estadounidenses.
Además, la mayor parte del dinero se entregará a los fabricantes de armas estadounidenses para reponer existencias, o se destinará a financiar proyectos del Departamento de Defensa. Washington utilizará el resto de esos recursos para comprar material militar estadounidense, explica el diario.
WP señala que la adopción de paquetes de ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán tiene en realidad por objeto crear nuevos puestos de trabajo en EE.UU. y apoyar la economía del país norteamericano. Casi 80 % de los fondos se destinarán a fabricantes de armas en Estados Unidos, o a financiar la defensa estadounidense y operaciones en el extranjero.
Algo más de 20.000 millones de dólares se reservaron para ayuda humanitaria o económica, lo que a menudo requiere que los fondos se canalicen a través de organizaciones con sede en Estados Unidos.
Entre otros puntos, el proyecto de ley destinará casi 18.000 millones de dólares a gastos de defensa para apoyar al Pentágono y a los servicios de inteligencia. Mientras, 8.000 millones de dólares se usarán para ayudar al Gobierno ucraniano y 3.500 millones irán como ayuda a los refugiados. El proyecto de ley incluye muchas otras categorías de gastos menores.
Estados Unidos ya inició el proceso de transferencia de armas previsto en el nuevo paquete de ayuda a Ucrania. El proyecto de ley, que incluye unos 60.800 millones de dólares para Kiev, fue aprobado esta semana en el Congreso del país tras meses de permanecer bloqueado por discrepancias políticas entre demócratas y republicanos. Desde Moscú condenaron las acciones de Washington, que, según el país euroasiático, creará puestos de trabajo en EE.UU. y "tumbas" en Ucrania.