Europa camina "sonámbula" hacia la dependencia de los fertilizantes rusos, al igual que hizo con el gas, afirmó a Financial Times Svein Tore Holsether, director ejecutivo de uno de los mayores productores de nutrientes para cultivos, Yara International.
Según la publicación, en junio de 2023, la UE importó de Rusia el doble de fertilizantes que el año anterior. Las importaciones rusas de fertilizantes han alcanzado niveles récord y representan un tercio de las importaciones totales de urea.
"El fertilizante es el nuevo gas. Resulta paradójico que se pretenda reducir la dependencia europea de Rusia y que ahora estemos sonámbulos, cediendo a Rusia un poder crítico para la alimentación y la fertilización", opinó Holsether.
De acuerdo con FT, los precios de los fertilizantes para cultivos han subido mucho desde la escalada del conflicto en Ucrania, ya que las sanciones impuestas a Rusia han limitado la disponibilidad de gas natural, principal fuente de fertilizantes nitrogenados como el amoniaco y la urea.
Esto, señala la publicación, ha afectado económicamente a los agricultores europeos, mientras que en otros países, especialmente en África, han dejado de utilizar fertilizantes, reduciendo el rendimiento de las cosechas y agravando la crisis alimentaria mundial.