Inventan un 'plástico vivo' altamente biodegradable

Un equipo de investigadores ha desarrollado un material duradero, lleno de esporas bacterianas, que podría ser fácilmente degradado en compost a la hora de reciclarlo.

El plástico tarda decenas y, a veces, cientos de años en descomponerse, lo que provoca que este tipo de residuos contaminen la tierra y los océanos. Por eso, los científicos de todo el mundo están trabajando constantemente en desarrollar tecnologías para descomponer el plástico de la manera más eficaz.

Con eso en mente, un equipo de investigadores liderado por la Universidad de California en San Diego ha desarrollado un plástico duradero, lleno de esporas bacterianas, que podría ser fácilmente degradado a la hora de reciclarlo al final de su vida útil.

Ese 'plástico vivo', según lo define un comunicado sobre el estudio, es una forma biodegradable de poliuretano termoplástico (TPU), un plástico comercial suave pero duradero que se utiliza en calzado, tapetes (alfombras), cojines y espuma elástica.

El material biodegradable se fabricó con esporas bacterianas de una cepa de 'Bacillus subtilis', que tiene la capacidad de descomponer materiales poliméricos plásticos.

Esta bacteria, muy común en el suelo, tiene la propiedad de germinar y descomponerse al ser sometida a un compost. "Es una propiedad inherente de estas bacterias", comentó el profesor de nanoingeniería Jonathan K. Pokorski, coautor principal del estudio, publicado en Nature Communications.

¿Cómo se pudo evitar matar en el proceso las esporas bacterianas?

Los investigadores utilizaron una forma latente de bacteria, debido a su resistencia a las duras condiciones ambientales. A diferencia de las esporas de hongos, que cumplen una función reproductiva, las esporas bacterianas tienen un escudo proteico protector que permite a las bacterias sobrevivir en estado vegetativo.

Para fabricar el nuevo plástico biodegradable, los investigadores introdujeron las esporas y gránulos de poliuretano termoplástico en una máquina de prensado, donde ambos componentes se mezclaron y fundieron a 135 °C.

Posteriormente, se evaluó la biodegradabilidad del material resultante y se reveló que el agua y otros nutrientes del compost desencadenaron la germinación de las esporas dentro del plástico, que tras 5 meses dentro del compost se había biodegradado en un 90%.

Los científicos también descubrieron otra ventaja del material: el plástico fabricado con 'Bacillus subtilis' es un 37% más resistente y un 30% menos propenso a romperse que el poliuretano termoplástico convencional. De esta manera, las esporas bacterianas actúan sobre el material como un 'relleno' de refuerzo.