La investigación sobre abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica de Nueva Orleans, en el estado estadounidense de Luisiana, ha sido ampliada por las autoridades judiciales con el propósito de incluir a altos cargos eclesiásticos que se sospecha encubrieron a los perpetradores de dichos crímenes durante décadas, informó este miércoles AP.
La Policía Estatal de Luisiana ejecutó la semana pasada una orden de registro en las instalaciones de la arquidiócesis de Nueva Orleans para encontrar antiguos registros eclesiásticos secretos, así como correspondencia entre líderes de la iglesia local y el Vaticano relacionada con el manejo de las agresiones sexuales.
De acuerdo con AP, esta búsqueda forma parte de una etapa de la investigación en la que se intenta determinar si los dirigentes de la Iglesia católica de Nueva Orleans, concretamente el arzobispo Gregory Aymond y sus predecesores, tenían conocimiento acerca de las denuncias de abuso sexual. A su vez, comentó que la averiguación ha analizado si los sacerdotes trasladaban a niños a fronteras estatales con la finalidad de abusar de ellos, así como detalles de tráfico sexual.
Por su parte, el vocero de la arquidiócesis, Bill Kearney, comunicó que su organización "ha estado discutiendo abiertamente el tema del abuso sexual durante más de 20 años" y que están "comprometidos a trabajar con las autoridades en estos esfuerzos".
Actualmente, el Vaticano no ha solicitado que los casos de abuso sexual sean denunciados a la Policía. Sin embargo, ha pedido a los líderes de las iglesias locales que cumplan con las leyes vigentes de denuncia civil. Durante décadas la Santa Sede sugirió a los dirigentes eclesiásticos locales mantener los archivos de abuso cometidos por sus clérigos en secreto.