La dura batalla por la herencia de la cantante brasileña Gal Costa
Brasil se vistió de luto en noviembre de 2022 al perder a una de las mayores voces de su música. La muerte del Gal Costa a los 77 años, conocida como la 'Musa del Tropicalismo', provocó gran tristeza dentro y fuera del país. Un año y medio después, su nombre sigue generando titulares por una guerra abierta por su herencia.
La disputa de su hijo, Gabriel, y su viuda, Wilma Petrillo, tiene todos los ingredientes de un guion de telenovela: coacciones, dudas sobre la causa de su muerte, una "esposa" a la que se cuestiona esa posición, una petición de exhumación del cuerpo, exámenes psicológicos o las últimas voluntades de la diva sin cumplir.
Gabriel fue adoptado por la cantante en 2007, cuando tenía dos años. "Él es un amor, una luz en mi vida. Siempre me hizo mucho bien estar a su lado", comentó en una entrevista en 2021.
Cuando Gal falleció, Gabriel era menor de edad, pero al cumplir los 18 acudió a los tribunales para anular un documento firmado por él mismo donde especificaba que Petrillo vivía con Gal como si estuvieran casadas. Wilma asegura que vivieron juntas durante 24 años.
Esa declaración permitió que el Poder Judicial reconociese que Wilma tenía unión estable con Gal, lo que la convierte en albacea del patrimonio de la artista. Pero Gabriel se retractó después y dijo que escribió el texto bajo coacción y que incluso Wilma le obligó a tomar medicamentos que le dejaron "psicológicamente sacudido" y "sin sentido de la realidad".
Punto álgido de la polémica
El punto álgido de la historia ocurrió cuando Gabriel pidió a la Justicia de Sao Paulo que el cuerpo de su madre fuese exhumado y sometido a autopsia porque cuestionó la información del certificado de defunción y pidió un examen judicial para determinar la causa exacta de la muerte.
Según el documento de defunción, Gal, que padecía una neoplasia maligna [cáncer] de cabeza y cuello, falleció por un infarto agudo de miocardio.
Pero su hijo afirma que, el día antes de su muerte, su madre "aparentemente gozaba de buena salud". Su abogado va más allá y dice que Gal tuvo "una muerte natural por causa desconocida" y denuncia que no hubo ningún médico que pudiera dar fe del verdadero motivo del fallecimiento. También se acusa a Wilma de "prohibir cualquier autopsia que pudiera proporcionar más información" y de "determinar de inmediato el entierro en una tumba privada, de acceso restringido".
Gabriel solicita que Gal sea trasladada a un cementerio de Río de Janeiro para que sea enterrada junto a su madre, Mariah. El tribunal de Sao Paulo finalmente denegó el pedido de exhumar el cuerpo porque consideró que el pedido "va más allá del ámbito administrativo y registral" y remitió el caso a la Policía para que analice los hechos narrados por Gabriel e investigue un posible delito cometido por Wilma.
Peritaje psicológico
En respuesta a todo esto, Wilma solicitó un peritaje psicológico urgente sobre Gabriel, quien, a su juicio, está siendo manipulado por su actual pareja, 33 años mayor que él. Aunque los abogados del joven no se opusieron, el juez decidió que "el estado mental del solicitante no es objeto de la causa, sobre todo porque se trata de una persona mayor edad y capaz".
Como si la situación no fuese ya suficientemente rocambolesca, Veronica Silva y Priscila Silva, primas de la cantante, reclamaron ante la Justicia que se diese validez a un testamento redactado por Gal en 1997, en el que se indicaba que se destinaría parte del dinero de la artista a la creación de una fundación sin fines de lucro en su memoria que estaría administrada por sus familiares.
Veronica y Priscila contaron que, en 2000, la artista les entregó su colección de trajes para que la incluyeran en la colección de la futura fundación. Según ellas, solo después de que Gal murió, cuando la familia se estaba organizando para iniciar el proyecto, se enteraron que este documento ya no tenía validez. En un nuevo golpe a Wilma, las primas alegaron que esta coaccionó a la cantante para revocarlo en 2019.
Vanessa Bispo, abogada de la viuda, calificó de absurdas las alegaciones. "Según información de mi cliente, Gal ni siquiera tenía relación con estas primas. Gal anuló su testamento porque quiso. Era una mujer fuerte, con sus propias opiniones, siempre hacía lo que quería. Nunca fue una débil para ser coaccionada por alguien", detalló a la prensa.
En esta ocasión, la Justicia determinó que el documento perdió validez jurídica automáticamente cuando Gal adoptó a Gabriel en 2007. El hijo de la cantante llegó a un acuerdo extrajudicial con Veronica y Priscila para establecer la Fundación Gal Costa para el Incentivo a la Música y la Cultura cuando se defina cómo se distribuirá le herencia.
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