La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, considera que Ecuador calculó mal y mostró "mucha inexperiencia" con el asalto a la Embajada mexicana en Quito, hecho ocurrido el pasado 5 de abril, cuando la fuerza pública llevó a cabo la operación para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado y ya había recibido asilo diplomático al momento de la irrupción.
"Francamente, calcularon mal y mostraron mucha inexperiencia. Pero no tengo ni idea de por qué lo hicieron. Ni en los peores momentos de las dictaduras latinoamericanas sucedió algo así. Ni (Augusto) Pinochet ni (Jorge Rafael) Videla. Ningún dictador", manifestó Bárcena, en entrevista con El País.
La canciller calificó como "muy mal hecho", si es que Ecuador entendió la concesión del asilo a Glas como un provocación por parte de las autoridades mexicanas. Recordó que ambos países venían dialogando al respecto.
"Glas llegó a nuestra embajada el 17 de diciembre y solicitó el asilo el 21 de diciembre. Nosotros no se lo otorgamos sin dialogar con Ecuador. No fue un acto unilateral de México; hablamos con las autoridades ecuatorianas, ellos mismos nos mandaron los expedientes legales para que pudiésemos analizar la petición. Los estudiamos y seguimos con el diálogo bilateral", reveló Bárcena.
Agregó que "todo el tiempo" estuvieron en contacto con la ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld; y que, incluso, ella misma envió directamente, el 21 de marzo, una delegación de alto nivel a dialogar con las autoridades ecuatorianas.
"Considerábamos que si correspondía dar el asilo político, queríamos conversarlo y pedirles un salvoconducto, donde ellos podían incluir su derecho a solicitar la extradición", señaló la secretaria de Exteriores e indicó que desde Quito dijeron que lo evaluarían y que iban a ver si el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, hablaba con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
No obstante, asegura que las acciones desde Ecuador se desataron tras la conferencia de López Obrador "en la que hizo un análisis sobre la violencia en los procesos electorales en América Latina y puso como ejemplo Ecuador, donde el aspirante puntero perdió tras el asesinato de un candidato"; esto provocó el enojo en Quito, que declaró 'persona non grata' a la embajadora mexicana, Raquel Serur Smeke y luego llegó la irrupción a la sede diplomática.
Consultada sobre sí pensaron que Ecuador asaltaría la Embajada, Bárcena respondió: "Durante semanas, la embajada estuvo asediada. La policía seguía a la embajadora, a los funcionarios, pensaban que íbamos a sacar a Jorge Glas en una cajuela. Algo que no íbamos a hacer jamás. Nunca. Es ridículo pensar que íbamos a actuar contra el derecho internacional".
Desescalada
"Si nos dan el salvoconducto y nos entregan a Jorge Glas, podemos empezar" a dialogar para desescalar el conflicto, señaló Bárcena.
Recordó que Glas "es asilado político" de México y "está enfermo en la cárcel y bajo unas condiciones bastante malas".
La funcionaria indica que lo que sigue es que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, ante la cual México denunció a Ecuador, "tome una decisión muy clara respecto a la violación de un recinto diplomático", puesto que si no lo hace, "se crearía un precedente enormemente grave".
Asimismo, mencionó que ese alto tribunal debería inadmitir la contradenuncia presentada por Ecuador contra México. "Si Ecuador estaba tan molesto de que otorgáramos a Jorge Glas acogida en la Embajada, ¿por qué no fueron a la Corte en ese momento? Hace cuatro meses pudieron haberlo hecho... Así no se juega en el mundo internacional. Violaron un recinto diplomático, pegaron físicamente a un funcionario, lo apuntaron con un arma, se llevaron a la fuerza a una persona a la que se estaba otorgando asilo... Así no hay diálogo posible", dijo.
Además, comentó que Ecuador sostiene en su denuncia que no se puede dar asilo a alguien perseguido por delitos comunes. "Pero ese no es el caso del exvicepresidente Jorge Glas, él es un político y está acusado de delitos políticos. El artículo cuarto de la Convención de Caracas permite otorgar el asilo si el país que lo concede considera que hay riesgo vital por persecución política", enfatizó.