Dina Boluarte se ausentó de sus funciones públicas por unos 12 días en verano del año pasado para hacerse cirugías plásticas, y desde aquel entonces se somete periódicamente a tratamientos menos invasivos "que ayudan a disimular los rigores de la edad", reporta el semanario Hildebrandt en sus Trece.
La presidenta de Perú había cumplido 61 años cuando decidió buscar al mejor cirujano de Lima al que confiar su apariencia física. Así fue cómo sus asesores de confianza la contactaron con Mario Cabani Ravello, un respetado cirujano plástico reconocido por su trabajo con estrellas de televisión nacional.
A Boluarte le disgustaba cómo salía en las fotos en los medios de comunicación: quería deshacerse de la curvatura de su nariz aguileña, así como de las ojeras, bolsas y patas de gallo en el contorno de los ojos, junto con las líneas de expresión en la frente y algunas manchas en la piel de su rostro, según fuentes del semanario.
Los retoques quirúrgicos que buscaba implicaban la necesidad de abandonar por un rato sus obligaciones en el Palacio de Gobierno. A finales de junio de 2023, la mandataria se sometió a una rinoplastia para modelar su nariz y a otras intervenciones estéticas, confirmaron al citado medio tres fuentes gubernamentales.
La última aparición de Boluarte ante los peruanos fue el 28 de junio, cuando participó en la ceremonia de condecoración de oficiales y suboficiales de la Policía Nacional en el Palacio de Gobierno. Una vez finalizado el acto, la presidenta se dirigió a su casa en el distrito de Surquillo y no volvió a participar en la vida gubernamental hasta reaparecer el 10 de julio, cuando recibió al presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina.