Pintan "MeToo" en la vulva del 'Origen del mundo' de 1866
La obra erótica del pintor francés Gustave Courbet, 'El origen del mundo' de 1866, llegó a lucir este lunes la frase "MeToo" sobre la vulva anónima inmortalizada en el óleo sobre lienzo. Expuesta en el Centro Pompidou en Metz, en el noreste de Francia, fue vandalizada por dos mujeres con espray rojo para dejar una huella en el arte.
"MeToo" : le célèbre tableau "L'Origine du monde" de Gustave Courbet a été tagué aujourd'hui au Centre Pompidou-Metz, avec le mot "MeToo" écrit à la peinture rouge sur la vitre. La performeuse Deborah De Robertis revendique une "action". (Radio France) pic.twitter.com/FdMjSR4PaN
— Infos Françaises (@InfosFrancaises) May 6, 2024
El centro de arte moderno y contemporáneo, que prestó el cuadro del Museo de Orsay, aclaró en un comunicado que 'El origen del mundo' estaba protegido por un cristal, pero aún están evaluando si terminó afectado por la intervención. También resultaron vandalizadas las pinturas de Rosemarie Trockel, Louise Bourgeois, Valie Export y Deborah de Robertis, la artista franco-luxemburguesa que ideó esta 'performance', mientras que un bordado rojo de Annette Messager terminó robado.
«L’Origine du monde» et quatre autres œuvres vandalisées au Centre Pompidou-Metz En savoir plus : https://t.co/yWgtPr0mvwpic.twitter.com/86ToHmeSJy
— Libération (@libe) May 6, 2024
Las dos responsables de plasmar un "MeToo" en 'El origen del mundo' fueron detenidas inmediatamente y ahora enfrentan cargos por "daños o deterioro de bienes culturales cometidos en grupo" y "robo de bienes culturales en grupo". Las autoridades también están buscando a una tercera persona que podría estar detrás del robo del bordado de Messager.
Las activistas artísticas pintaron "MeToo" en cinco obras de la exposición en total. El Centro Pompidou explicó que algunas personas "distrajeron al personal de mediación y seguridad, permitiendo a otros miembros del grupo" vandalizar los cuadros. Deborah de Robertis aclaró a AFP que querían "desafiar la historia del arte", pintando un "MeToo" precisamente en la célebre vulva "porque las mujeres son el origen del mundo".
Las autoras del acto de vandalismo emprendieron su 'performance' para transmitir la idea de que no se puede separar a la mujer del artista. De Robertis incluso confesó en las redes que se reapropió de la pieza de Messager, propiedad del curador de la exposición Bernard Marcadé. "Considero que esta obra es mía y me la debe", razonó.
"Con el debido respeto a los movimientos feministas, estamos conmocionados al ver cómo se vandalizan las obras de arte, en particular de artistas feministas, que han estado en el corazón de esta lucha en la historia del arte", comentó Chiara Parisi, directora del museo.