En su segundo día de visita en Francia, el presidente chino, Xi Jinping, fue testigo de un curioso incidente gastronómico: la retirada del menú de un postre muy apreciado por el presidente francés, Emmanuel Macron, denominado pastel 'ruso'.
"Este postre de praliné, especialidad de los Pirineos, fue sustituido por una tarta de arándanos debido a su nombre sensible, dado el contexto geopolítico", reporta Le Figaro.
La sustitución tuvo lugar el martes durante una escapada a los Altos Pirineos de los dos líderes acompañados de sus respectivas esposas para almorzar en el restaurante de Éric Abadie, amigo del mandatario anfitrión.
El menú fue elegido por el propio restaurador y contenía platos típicos de la región: sopa tradicional garbure, paletilla de cordero confitada, jamón de cerdo negro de Bigorre, acompañado de alubias de Tarbes y setas calabaza.
Tras una tabla de quesos, estaba previsto servir un pastel conocido en la región como 'ruso', un postre especialmente apreciado por Emmanuel y Brigitte Macron.
Sin embargo, fue sustituido por otro "no menos sabroso" para evitar "cualquier incomodidad en un momento en que el asunto ucraniano es uno de los puntos espinosos en el centro de la visita estatal" del presidente Xi, señala Le Figaro.
Compuesto de fino bizcocho con relleno de almendras y praliné, el pastel 'ruso' tiene recubrimiento de azúcar glasé que recuerda las llanuras nevadas de Rusia.
Según la leyenda, su receta proviene de Crimea. El plato fue introducido en el Elíseo por François Mitterrand, escribe el medio, que cita a expertos, y fue presentado a numerosos jefes de Estado extranjeros en visitas oficiales por sus sucesores.