En su afán por evitar que Israel lance una gran operación terrestre en la ciudad de Rafa, la Casa Blanca ha venido ofreciendo "de manera urgente" al Gobierno israelí varias opciones de asistencia, incluidos datos sensibles de inteligencia que podrían ayudar a rastrear a los líderes del movimiento palestino Hamás, informa The Washington Post, que cita a fuentes cercanas a las conversaciones.
Esta información "valiosa" ayudaría descubrir los túneles subterráneos que, presuntamente, sirven de refugio y como puntos de partida para las operaciones del grupo en la ciudad del sur de la Franja de Gaza.
En medio de la creciente oposición a Israel dentro y fuera de EE.UU., la Administración Biden viene tratando en las últimas semanas de convencer al Gobierno de Benjamín Netanyahu para que renuncie a sus planes de entrada en la ciudad con "fuerza extrema" y se limite a realizar operaciones precisas en la zona.
En esta línea, Washington también ha ofrecido ayuda para levantar tiendas de campaña en las que poder albergar a la población que se plantea evacuar de Rafa, proporcionándoles un sistema de abastecimiento de medicamentos, alimentos y agua.
Funcionarios estadounidenses insisten en que evacuar a los centenares de miles de palestinos de Rafa a lugares habitables llevaría meses, y se muestran contrarios a desplazarlos a las partes ya devastadas del enclave palestino por meses de bombardeos israelíes. "Los funcionarios israelíes no están de acuerdo con esa evaluación", señala el medio.
Por su parte, la comunidad humanitaria se muestra "muy escéptica" sobre la existencia de "una forma segura de reubicar a la gente de Rafa", declaró Jeremy Konyndyk, presidente de Refugees International y exfuncionario de USAID durante el mandato de Barack Obama.