Las trágicas lluvias exponen el vínculo histórico del sur de Brasil con sus caballos
El rescate de varios caballos en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, sumido en una tragedia sin precedentes por devastadoras inundaciones, mantuvieron en vilo a una población que preserva un vínculo histórico con estos animales.
Con 151 muertos, 104 desaparecidos y más de dos millones de afectados, las imágenes de los equinos se viralizaron en las redes: un vicealcalde saltó al agua para salvar a un caballo ahogándose; una yegua varada en un tejado fue rescatada en una minuciosa operación y a otra la sacaron por la ventana de un tercer piso de un edificio en una compleja maniobra que duró 10 horas.
Desde que comenzaron las lluvias, miles de animales han sido socorridos -11.932 en total-, pero el caballo tiene un significado especial para los "gauchos", como se conoce a los habitantes de este estado. El animal no solo simboliza a Rio Grande do Sul, sino que forma parte de su ADN y es un vector económico.
Patrimonio cultural
Tanto es así que el gobierno del estado declaró al caballo en 2002 patrimonio cultural por constituir una riqueza "natural" y "ser portadores de referencia a la identidad, acción y memoria de la sociedad". Un año después, se instituyó oficialmente el Día del Caballo, que se celebra cada 14 de septiembre.
En estos días desoladores, Nicanor Castilhos, el presidente del Movimiento Tradicionalista Gaúcho, recordó que Rio Grande do Sul fue creado a "casco y pata de caballo".
"Desde nuestros antepasados, los caballos y las mulas fueron el medio de transporte más utilizado por todos los habitantes, ya fueran de la sociedad común o incluso autoridades, médicos, sacerdotes, alcaldes. Quienquiera que fuese, montaba a caballo", aseguró.
Castilhos comentó que los niños llevan "en la sangre el amor por los caballos" y desde muy pequeños aprenden a montar.
El arte, la literatura y la música han transmitido este vínculo inseparable. "Ciertamente no es un gaucho a quien no le gustan los caballos", reza una de las letras del cantante brasileño Walter Moraes o "a caballo allá en la sierra, estoy más cerca de Dios, hasta los pájaros son míos", escribió el compositor Nico Fagundes.
Los primeros caballos
Un estudio de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul informa que los primeros caballos llegaron a esta región en el siglo XVI con los misioneros jesuitas españoles.
El animal fue rápidamente adoptado para el transporte, la caza y la agricultura y a medida que se fue creando la identidad gaucha, el caballo se integró en los vastos campos de la zona hasta convertirse en una raza fuerte y resistente.
La investigación precisa que, con el tiempo, "los caballos que escaparon de los primeros grupos traídos por los españoles comenzaron a reproducirse libremente en la naturaleza de los llanos argentinos, uruguayos y gauchos".
De ese nuevo grupo salvaje "especialmente evolucionado con resistencia al clima propio de la geografía local" nació la raza criolla, el animal que actualmente es reconocido por ley como símbolo del estado.
El caballo criollo también fue utilizado para las batallas y disputas territoriales que se libraron en el estado. Esa función militar ya ha desaparecido y, aunque sigue utilizándose para el trabajo y el transporte, ha ido ganado terreno en competiciones deportivas y otros espectáculos.
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