¿Falló EE.UU. en su respuesta a un derrame tóxico?
El Gobierno de EE.UU. perdió un tiempo crítico de recopilación de datos en los días inmediatamente posteriores al catastrófico descarrilamiento de un tren en la ciudad de East Palestine, Ohio, en 2023, dice a AP el principal científico de investigación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), Robert Kroutil.
Kroutil alegó que la EPA tardó días en desplegar una de sus herramientas más eficaces para evaluar incidentes químicos: el avión ASPECT. Se trata de un avión especializado equipado con sensores radiológicos e infrarrojos. Kroutil ayudó a desarrollar el avión desde 1984, escribiendo su 'software' y ayudando a interpretar sus datos.
El avión no empezó a sobrevolar el lugar del accidente hasta el 7 de febrero, cuatro días después de que se iniciara el incendio provocado por la liberación de sustancias químicas. Además, Kroutil declaró que, incluso durante el vuelo, la aeronave solo grabó ocho minutos de información, mientras que una operación de este tipo requiere más de cien minutos de vuelo.
Kroutil afirma que tanto él como el contratista para el que trabajaba, Kalman and Company, se quejaron. Dice que envió correos electrónicos e informes mensuales señalando deficiencias en los datos y nunca obtuvo respuesta.
Cabe señalar que, el 3 de febrero de 2023, un tren que transportaba sustancias químicas descarriló en East Palestine, provocando un gran incendio que obligó a evacuar a la población de las inmediaciones. Tras el suceso, los habitantes de la localidad reportaron inusuales problemas de salud.
Después del accidente, especialistas comenzaron a liberar al aire sustancias tóxicas procedentes de vagones cisterna que quedaron volcados. Durante la combustión controlada se liberaron en el aire cloruro de hidrógeno y fosgeno, un gas tóxico utilizado como arma en la Primera Guerra Mundial.