La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) detuvo recientemente dos cargamentos con más de 300 kilos de fentanilo y metanfetamina que ingresaban desde México.
El primer operativo se registró el pasado 9 de mayo en el Puente Fronterizo de Pharr, entre Texas y Tamaulipas. En aquel entonces, se descubrieron 369 paquetes envueltos en papel metálico escondidos en un remolque que transportaba papayas, tras una revisión con tecnología no intrusiva y perros.
Tras examinar la carga, las autoridades determinaron que había 606 libras (274 kilos) de metanfetamina, con un valor aproximado de 5,4 millones de dólares en las calles.
El segundo decomiso se llevó a cabo el 17 de mayo por la Patrulla Fronteriza estadounidense del sector de El Centro, en California. Los agentes arrestaron a una estadounidense acusada de contrabandear 93,3 libras (42,3 kilos) de fentanilo.
Según el reporte, las autoridades encontraron un cargamento de miles de pastillas azules, con las características del mencionado estupefaciente, escondidas dentro del vehículo de la sospechosa, que viajaba junto a su hijo. Al revisar el coche, les llamó la atención los pernos que sujetaban los asientos. Tras levantarlos, se encontraron con varias bolsas ocultas en un compartimiento secreto. No se reveló el valor de las sustancias incautadas.