El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó sorpresivamente la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de aumentar los aranceles sobre las importaciones estratégicas procedentes de China.
En una declaración de prensa este jueves, la portavoz del FMI, Julie Kozack, aseguró que EE.UU. "se beneficiaría más manteniendo las políticas comerciales abiertas que han sido vitales para su rendimiento económico". Además, instó a Washington y Pekín a "trabajar juntos" para resolver sus tensiones comerciales y sus diferencias.
Kozack advirtió que las medidas anunciadas este martes por Biden pueden distorsionar el comercio internacional y la inversión, además de fragmentar las cadenas de suministro y desencadenar represalias. "Una fragmentación de este tipo puede ser muy costosa para la economía mundial", afirmó.
El FMI habría identificado un "notable aumento" de las restricciones comerciales. En el 2023, se documentaron 3.000, frente a las 1.000 del 2019. En el peor de los escenarios, si se produce una fragmentación severa en bloques geopolíticos, se podría reducir la producción económica mundial en aproximadamente un 7%, lo que equivale a eliminar el PIB combinado de Alemania y Japón. "El coste de la fragmentación sería mayor si además hubiera una fragmentación tecnológica", indicó la vocera.
Subida drástica de los aranceles
Washington está aumentando "drásticamente" los aranceles a productos procedentes de China, como vehículos eléctricos, baterías y semiconductores. De acuerdo con la Casa Blanca, la medida está "cuidadosamente dirigida a sectores estratégicos", incluidos el aluminio y el acero, los minerales críticos, las células solares, las grúas portuarias y los productos médicos.
En total, los aranceles se aplicarían a importaciones chinas por un valor total de 18.000 millones de dólares a lo largo de los próximos 2 años. Los aranceles para los vehículos eléctricos importados de China subirán del 27,5% al 100%, hasta el 50% para los componentes solares y el 25% para todos los demás sectores.
"En EE.UU. se han vuelto locos"
Por su parte, desde China aseguran que las sanciones unilaterales de EE.UU. y el aumento de los aranceles sobre los productos chinos se han convertido en un ejemplo de intimidación y desenfreno típico del mundo moderno.
"Esta es la forma más típica de intimidación en el mundo de hoy. Demuestra que algunas personas en Estados Unidos han llegado al punto de volverse locos por mantener su hegemonía unipolar", aseguró el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi.
Como indicó Wang, tales acciones por parte de Washington contra Pekín "no demuestran su fortaleza", sino al contrario, muestran que EE.UU. ha perdido la confianza en sí mismo y está fuera de sí".