Los jefes de las Policías de Inglaterra y Gales han recibido instrucciones para que realicen menos detenciones, ya que las cárceles se están quedando sin plazas para alojar sospechosos, recoge The Telegraph citando una serie de comunicados oficiales del consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC, por sus siglas en inglés).
Se aconseja a las autoridades policiales que consideren la posibilidad de interrumpir las "detenciones no prioritarias" y de suspender las operaciones que puedan terminar en "un gran número de detenciones" para evitar una crisis de hacinamiento en las comisarías, donde actualmente quedan solo 1.000 lugares disponibles.
Para mitigar la escasez de espacio, el Ministerio de Justicia aprobó la operación de emergencia 'Temprano amanecer', que permite la puesta en libertad de cientos de acusados, y se vio obligado la semana pasada a ordenar retrasos en las audiencias de fianza ante los magistrados para evitar que aumente el número de sospechosos en prisión preventiva.
Asimismo, la cartera encargó cientos de calabozos policiales para retener a los acusados de forma preventiva hasta que haya plazas disponibles en las prisiones. El NPCC advirtió que estas medidas "ponen en riesgo la seguridad pública", restringiendo la capacidad de los agentes para responder a emergencias e investigar delitos.
Se espera que a finales de esta semana se empiecen a liberar sitios y se puedan reanudar las audiencias con normalidad, cuando entre en vigor una medida que permitiría poner en libertad algunos presos hasta 70 días antes de lo previsto.