El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha comparecido la mañana de este miércoles ante el Congreso de los Diputados para responder a las acusaciones vertidas contra su mujer, Begoña Gómez, entre otras cuestiones, como la situación geopolítica actual. "Mi mujer es una profesional honesta, seria y responsable y mi Gobierno es un Gobierno limpio", ha afirmado.
"Convirtamos la sesión de hoy en un punto y aparte en la deriva de crispación que se ha apoderado de las Cortes Generales", comenzó su intervención el mandatario, instando a debatir y discrepar "desde la cortesía parlamentaria, no desde la mentira y el insulto". "Practiquemos el juego limpio, yendo al balón, no a por los jugadores", pidió.
"Máquina del fango"
Tras una primera parte dedicada principalmente a los conflictos de Ucrania y Palestina, en la que anunció que España reconocerá al Estado palestino el próximo martes 28, Sánchez volvió a hablar de la "máquina del fango".
Lo definió como una estrategia de la derecha y ultraderecha que consiste en "financiar a pseudomedios digitales para que publiquen bulos y difamaciones" de los que luego se "hacen eco" el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Vox, Santiago Abascal, y que después se convierten en "acusaciones falsas" ante los tribunales por medio de organizaciones ultraderechistas, en clara alusión a las denuncias interpuestas contra su esposa por el pseudosindicato Manos Limpias.
De acuerdo con sus palabras, esa máquina del fango "pretende enturbiar el debate público con un triple objetivo": tratar de ocultar el verdadero proyecto político de Feijóo y Abascal, intentar ocultar todos los éxitos del Gobierno y "quebrar" al propio Sánchez.
El jefe del Ejecutivo español subrayó que esos ataques han sido recibidos también desde hace tiempo por numerosos periodistas, creadores, intelectuales, empresarios y políticos progresistas, e, incluso, sus familiares. "A todos ellos les pido disculpas por no haber atajado esta situación mucho antes", declaró.
Dos "denuncias falsas"
Sánchez se detuvo para defender a su esposa. Relató que se le acusa de estar relacionada con unas ayudas públicas otorgadas a una aerolínea, que esta recibió "como tantas otras en Europa durante la pandemia", y que el juez que investiga el caso ya "ha dicho hasta en dos ocasiones que con una serie de bulos sin contrastar no da ni para citar" a su esposa como testigo.
La otra acusación de tráfico de influencias está relacionada con la firma por parte de Gómez en nombre de una institución educativa de una declaración de interés para una empresa que ganó varios concursos públicos. La compañía presentó otra treintena de cartas iguales, incluida una firmada por el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, que no fueron tenidas en cuenta en el proceso selectivo.
El mandatario también se refirió a las diligencias previas abiertas en un juzgado sobre esas dos cuestiones tras la denuncia de "dos organizaciones ultraderechistas", de las que dijo estar seguro de la Justicia pronto las archivará "sin más", porque solo hay "una colección de bulos y difamaciones, de informaciones manipuladas y acusaciones veladas".
"Quiere ocultar" la corrupción
El primero en replicar a Sánchez fue el líder de la oposición y presidente del PP, Núñez Feijóo, que comenzó afeando al presidente sus negociaciones con partidos independentistas catalanes, el presunto caso de corrupción en que está envuelta su mujer y los cinco días de reflexión que se tomó hace escasas semanas.
"Cuanto más tiempo pase sin dar información sobre la corrupción que le acecha, más evidente hace que quiere ocultarla", sostuvo durante su intervención.
Por su parte, el líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, centró su discurso en la crisis desatada entre los gobierno de España y Argentina, tras las palabras del presidente Javier Milei llamando "corrupta" a Begoña Gómez.
Abascal atacó al PP acusándole de tibieza en su postura y de alinearse con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez.
La intervención de Pedro Sánchez se ha producido tan solo un día después de que se filtrara un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que descartaba cualquier indicio de delito relacionado con Gómez.
El informe había sido solicitado por un juez después de que la organización ultraderechista Manos Limpias presentase una querella contra la esposa de Sánchez acusándola de los delitos de tráfico de influencia y corrupción en los negocios basada en reportes de prensa.
Se trata de la primera sesión de control a la que se presenta el presidente de Gobierno español después de la pausa de cinco días que se tomó para evaluar su continuidad en el cargo, tras denunciar estar siendo víctima, tanto él como su mujer, de una campaña de acoso en la que participan partidos políticos y medios de ultraderecha.