La Corte Internacional de Justicia (CIJ) anunció este jueves que no dictará "medidas provisionales" contra Ecuador tras el recurso presentado por México después del asalto en abril a su Embajada en Quito, que culminó con la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien gozaba de asilo diplomático.
"El Tribunal concluye que las circunstancias, tal como se le presentan actualmente, no son de naturaleza tal que requieran el ejercicio de su facultad de indicar medidas cautelares", indicó.
Asimismo, destacó que solo tiene poder de indicar esas medidas si existiese una "urgencia" o un "riesgo real e inminente" de causar "un daño irreparable a los derechos en disputa en el procedimiento judicial".
Sin embargo, afirmó que considera necesario "insistir en la importancia fundamental de los principios consagrados en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas". Y citó: "En las relaciones entre Estados, no existe requisito más fundamental que la inviolabilidad de diplomáticos y embajadas".
También hizo hincapié en la parte del texto del tratado que dice: "La institución de la diplomacia, con los privilegios e inmunidades que la acompañan, ha resistido la prueba de siglos y ha demostrado ser un instrumento esencial de cooperación eficaz en la comunidad internacional".
La politóloga y abogada constitucionalista Angélica Porras Velasco explica que esta decisión no es un prejuzgamiento sobre el fondo del asunto, y no excluye el hecho de que Ecuador deba cumplir con las normas internacionales y con el compromiso asumido ante la misma CIJ de no volver a invadir el espacio mexicano, ni realizar ningún acto que pueda significar un empeoramiento a la situación.
"Reparación integral"
México, que rompió relaciones diplomáticas con Quito, solicitó a la Corte que suspendiese a Ecuador como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que llevase a cabo "una reparación integral".
También pidió como medidas provisionales que Ecuador garantizase "la plena protección y seguridad de la sede diplomática, de los bienes que en ella se encuentran y de los archivos, protegiéndolos de cualquier forma de intrusión".
Las autoridades mexicanas expusieron cómo al menos 15 agentes de operaciones especiales ecuatorianas ingresaron "sin autorización" a su Embajada, así como la agresión contra Roberto Canseco -jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de México en Ecuador- y la detención de Glas, quien se encontraba refugiado en el local desde diciembre pasado.
Además, sostuvieron que el incidente "no fue aislado", sino que siguió a "una serie de actos continuos de intimidación y acoso", provocados por la llegada de Glas a la sede diplomática y su posterior solicitud de asilo, que le fue otorgada.
La demanda se presentó ante la CIJ el 11 de abril y ese mismo día, el tribunal confirmó la recepción de la denuncia. Posteriormente, Quito respondió con una contradenuncia. En esa instancia, en respuesta a la demanda de México, se llevaron a cabo audiencias públicas el 30 de abril y el 1 de mayo, donde ambos países presentaron sus alegatos.
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