Una bala perdida rozó la cabeza de una recién nacida que se encontraba en una habitación de la zona de pediatría de un hospital en Recife, en el estado brasileño de Pernambuco.
"Estaba durmiendo y, de repente, escuchamos un estallido. Y escuché a mi hija llorar muy fuerte, corrí a levantarla y, cuando miré, al lado de su cabeza estaba la bala", dijo Luís, el padre de la criatura, que tan solo tenía cuatro horas de vida cuando ocurrió.
La pareja sacó inmediatamente a la niña de la cuna y vieron una rozadura en su cabeza. "Estábamos muy desesperados, sin saber qué hacer. Pudo haber causado la muerte de mi hija. Ella acababa de nacer y pudo haber muerto en el mismo hospital", aseguró.
El Departamento de Salud del estado informó que la niña fue sometida a pruebas y que se encuentra bien.
Las autoridades explicaron que el disparo probablemente se realizó desde la calle y comunicaron que se "tomarán las medidas necesarias para esclarecer lo sucedido".