Un multimillonario estadounidense planea realizar una nueva expedición a los restos del Titanic para demostrar que la tragedia del sumergible Titán, que implosionó en junio de 2023 junto a los restos del mítico transatlántico británico, no fue más que un incidente aislado.
Para este propósito, Larry Connor, que se desempeña como inversor inmobiliario de Ohio, contactó a Patrick Lahey, cofundador y director ejecutivo de Triton Submarines, un importante fabricante de sumergibles personales, afirmó el periódico The Washington Post (WP).
"Lo que tenemos que hacer es construir un submarino que pueda sumergirse [a profundidades similares a las del Titanic] de forma repetida y segura, y demostrar al mundo que ustedes pueden hacerlo, y que el Titán era un armatoste", contó al diario el empresario, citando la propuesta que le hizo el magnate.
Ambos tienen pensado hacer juntos el viaje en un explorador submarino profesional que aparece en el catálogo de Triton Submarines bajo el nombre de Triton 4000/2. "Patrick ha estado pensando y diseñando esto durante más de una década, pero no teníamos los materiales ni la tecnología. No se podría haber construido este submarino hace cinco años", comentó Connor.
Excepcionalmente compacto y con capacidad para dos personas, este "explorador abisal" es capaz de sumergirse a 4.000 metros de profundidad (el Titanic descansa a 3.800 metros), rastrear objetos, mantener un rumbo y deslizarse hacia puntos de interés, según el fabricante. Es perfecto para viajes repetidos a las profundidades del océano y sus capacidades son "simplemente incomparables", escribe Triton Submarines en su sitio web.
El artefacto tiene un costo de 20 millones de dólares y, de acuerdo con Connor, poder construirlo y llevarlo a las profundidades le permitirá mostrarle al mundo que, "si bien el océano es extremadamente poderoso, puede ser maravilloso y placentero y realmente transformador si lo manejas de la manera correcta". Aún no se ha determinado la fecha de la inmersión.
¿Más seguro que el Titán?
A diferencia del siniestrado Titán de la compañía OceanGate, en el que fallecieron sus cinco tripulantes, el Triton 4000/2 cumple con ciertos estándares de la industria y está certificado o "clasificado" por las organizaciones marítimas. Al respecto, Lahey explicó que los submarinos dentro de este grupo se consideran excepcionalmente seguros gracias a rigurosas pruebas de diseños y materiales.
Después de la tragedia, el cofundador de OceanGate, Guillermo Sohnlein, comentó que el objetivo de Stockton Rush, director ejecutivo de la empresa y una de las víctimas del Titán, era construir un submarino seguro "rompiendo las reglas" que la industria había seguido durante mucho tiempo. Vale señalar que dicho sumergible se construyó utilizando diseños y materiales experimentales como la fibra de carbono, que eran propensos a agrietarse tras repetidas inmersiones.
Lahey, quien fundó Triton Submarines en 2008, fue uno de los que criticó a OceanGate de aplicar estándares de seguridad cuestionables y calificó el enfoque de Rush de "depredador". En 2018, Rob McCallum, fundador de la empresa de expedición de ultra alta gama Eyos, le habían advertido a este último que utilizar un "prototipo de tecnología no clasificada en un lugar muy hostil" podría "poner en riesgo toda la industria".