El Gobierno de Argentina avanza en su plan de quita de subsidios al consumo de la electricidad y el gas para los sectores medios y altos, en el marco del severo ajuste fiscal impulsado por el presidente Javier Milei.
En un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial, la Administración anunció un período de transición hacia subsidios energéticos focalizados, que se extenderá desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre de este año y se podrá prolongar por otros seis meses, "en función de la evolución de la situación económica general y la dinámica del sector energético".
Según el comunicado, la nueva norma tiene por objetivo "la gradual reducción de los subsidios actualmente vigentes" en el país y, en consecuencia, lograr un impacto fiscal en las arcas del Estado. "En época de escasez y de ajuste de los recursos del Estado, es necesario rever y reordenar los subsidios, de manera progresiva", señala el texto.
Bolsillos más ajustados
De esa manera, la Secretaría de Energía busca modificar el sistema anterior, ideado durante la gestión del expresidente Alberto Fernández. Una de los principales cambios establecidos es la eliminación del tope de aumentos a las tarifas que existía basado en la variación de los salarios. Además, se impondrán nuevos límites de consumo máximo subsidiados y, en caso de superarlos, "los excedentes se pagarán a precio o tarifa plena, es decir, sin subsidio", se indica.
Actualmente, las familias vulnerables nucleadas en el nivel 2 (N2) no tienen topes de consumo y toda su energía está subsidiada. No obstante, esto podría cambiar con la nueva reglamentación. Sin embargo, las autoridades informaron que se establecerán "bonificaciones o descuentos a los usuarios N2 y N3 (ingresos medios)".
Según el ente estatal encabezado por Eduardo Rodríguez Chirillo, el nuevo plan busca "pasar de un régimen de subsidios generalizado en materia energética, indiscriminado, con superposiciones de subsidios [...], hacia un sistema focalizado en usuarios vulnerables y más ordenado".